Semana Santa

La historia del Recreativo incluye una íntima relación con el mundo cofrade

  • El vínculo entre el Decano y las hermandades tuvo su comienzo en el encuentro del club de fútbol con la cofradía de San Francisco

  • 'El Aguaó' trata el lugar actual de los costaleros

Todas las personas somos polifacéticas o multidimensionales. Detrás de la figura más habitual del actual consejero-gerente del Real Club Recreativo de Huelva , Carlos Hita, se encuentra alguien que alberga otro tipo de inquietudes. De ahí que la Tertulia Cofrade El Aguaó le invitara, ya que tenía referencias de su amor por la Semana Santa. Persona joven y natural de la localidad cordobesa de Cañete de las Torres, reconoce que su conocimiento de la Semana Santa onubense es aún limitado, aunque tuvo un primer y muy grato contacto a través de la Procesión Magna.

Hita compartió que "estuve trabajando en el Córdoba C.F. y de ahí pasé al Obispado de aquella ciudad, donde estuve trabajando durante un año". En ese tiempo "tuve la posibilidad de escribir un libro sobre la Semana Santa de mi pueblo, que mantiene unas costumbres muy propias y arraigadas. A partir de él, aumentó mi interés por conocer las Semanas Santas de otros lugares". Carlos Hita se involucró en el mundo cofrade cordobés y tiene amplia experiencia como capataz. De hecho ejerce esa labor en nueve ocasiones durante todos los días de la Pasión y conserva su membresía como hermano del Santo Entierro de su localidad natal.

La tertulia debatió sobre si ser costalero es cosa de devoción o de afición

Pero para el gerente del Recre, la Semana Santa no se queda en una mera expresión artística. Le aporta "una creencia clara en Dios pese a las polémicas que suelen suscitar las manifestaciones de la religiosidad popular. A mí, esos días me proporcionan una gran paz y un reencuentro conmigo mismo". Lo compartido por Hita dio paso a la tertulia y participación del resto de invitados.

Pese a esa confesión de que no es aún un gran conocedor del mundo cofrade onubense, sí se ha dado cuenta de la gran simbiosis existente entre éste y el Recreativo y que se ha plasmado en numerosas ocasiones en las dilatadas historias de ambos mundos tan onubenses. Sobre este asunto mucho tiene que decirse desde la Hermandad de la Esperanza, que fue pionera en comenzar un camino que luego otras han seguido. El hermano mayor de esta cofradía de Miércoles Santo, Alfonso Díaz, recordó que el palio de la Virgen llegó a usar los trofeos del Decano como jarras para colocar las flores. Eran momentos de penuria económica para la hermandad y el club de fútbol tuvo ese bello detalle que no ha sido olvidado por la Esperanza, que lo muestra en la exposición que recientemente ha inaugurado. Díaz hizo historia rememorando a Ramón López y especialmente a su padre, conocido como Ramoni, que fue el impulsor de esa bella e íntima colaboración que de alguna manera llevó al Decano al mismo palio de la Hermandad de San Francisco. Para Díaz, que recuerda que una jarra del palio lleva el escudo del Recreativo, éste es parte fundamental de Huelva y de hecho las vidas de "la Esperanza y del Recre son paralelas, ya que incluso se fundaron en etapas cercanas" y el Decano le concedió posteriormente su medalla de oro.

Manuel Gómez Carnicerito incidió en que esa unión entre el mundo cofrade y el Recre se ha ido extendiendo con el paso del tiempo y recordó, como uno de los ejemplos de ello, que el Cautivo cuenta con un llamador que lleva el escudo del Recre.

Otra persona relevante que conoce bien los dos ámbitos es Curro Rodríguez Asuero, que trabajó como fisioterapeuta en el Decano y es además capataz, ocupación ésta a la que regresó después de un paréntesis. Para él "es un veneno que uno lleva dentro" aunque da mucho trabajo. Asuero volvió el pasado año con la Redención por la situación que vivía la hermandad, que le trajo de de Lepe donde es capataz y este año regresa a su "casa que es La Merced" para sacar al Buen Viaje. En su faceta como fisioterapeuta, Curro Rodríguez Asuero reconoció que "a los fisios en estos últimos años se nos ha dado excesiva importancia en el mundo cofrade, ya que son muy pocos los costaleros que terminan por lesionarse". Paulatinamente, la tertulia se derivó hacia los costaleros, un mundo en el que hay flujo constante durante esos días de personas que van a Huelva desde localidades de la provincia y viceversa.

Manuel Gómez Carnicerito hizo referencia a una polémica que no acaba por cortarse: si las cuadrillas son del capataz o de la hermandad y reconoció que "no todas las cofradías tienen el mismo tirón para los costaleros". Asimismo, surgió la pregunta de si el costal es una afición o una devoción, aunque para Carnicerito son dos "términos que no están reñidos". En las cuadrillas "hay gente que le gusta ser protagonista pero el costalero va al paso, a desempeñar un trabajo y debemos mantenernos en el equilibrio de que los costaleros no sean el centro de atención de las cofradías, pero tampoco hay que esconderlos". Para Asuero, "se vive un buen momento en el mundo del costal en el que el postureo dura poco y queda la devoción. El problema ahora en las cofradías es llenar los cuerpos de nazarenos". Virgilio Mora, que fuera hermano mayor de la Buena Muerte y costalero en ejercicio apuntó: "Es como mejor se vive la Semana Santa; es lo mejor para ser cofrade" y sostuvo que "todo en ese mundo es devoción. Tener fe es fundamental para estar debajo de un paso". Antonio Gómez El Bomba se cuestionó si tan sólo puede hablarse de devoción en el mudo del costal o si no hay que incluir en ello a otros protagonistas de la Semana Santa: "¿Es sólo afición estar 320 días ensayando y en muchos casos a la intemperie?".

Alfonso Díaz incidió también en el aspecto devocional del mundo del costal señalando que "la mejor cofradía para salir es la de uno mismo", mientras que Asuero pidió a las hermandades que sean conscientes del tesoro que supone tener cuadrillas. Carnicerito, por su parte, fue categórico: "Estamos viviendo el mejor momento de la historia en el mundo de las cuadrillas y eso que las hermandades no las cuidan", a lo que mostró su acuerdo Mora.

Sin desviarse del mundo del costal, el debate se encaminó a la relación entre las bandas de música y los costaleros. Antonio Gómez apostó por que las hermandades den más libertad a las bandas, lo que no es óbice para que aquellas decidan cuáles deben ser las marchas interpretadas. Hita se mostró partidario de que "haya una simbiosis entre ambas partes, lo que no es muy difícil si hay buena relación con el capataz". Para Antonio Gómez, la hermandad "es soberana" a la hora de poner la cofradía en la calle y su personalidad no puede ser cuestionada "ni por la banda ni por el capataz". En contra de los que piensan que el mundo de la Semana Santa es estático, el Bomba recordó que "las bandas se están enriqueciendo mucho en instrumentos y afinación". De hecho, "aunque algunos mantengan el estilo de Policía Armada sólo lo hacen para Semana Santa, aunque lo cierto es que las bandas de cornetas y tambores en la actualidad son mixtas".

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