Pues eso mismo. ¿Quién dijo miedo? A nosotros, las cofradías, que a pesar de todo aquí seguimos y más vivas que nunca, no hay nada que se nos resista, siempre tiramos hacia delante. Hemos superado una crisis global, donde hemos visto hundirse economías al completo, con efectos devastadores para la población donde términos como prima de riesgo se traducían en paro y pobreza, desahucios y familias rotas. Pero ahí estaban las cofradías y la Iglesia, dando respuesta inmediata mientras que gobiernos y economías andaban liados con sus términos macroeconómicos, una vez más la Iglesia arreglando las chapuzas de otros. Podemos decir que incluso las cofradías hemos salido más reforzadas de este periodo nefasto de historia reciente. Dejando al margen la labor caritativa, que sustenta todas las demás, hemos visto cómo, al contrario de las grandes empresas, las cofradías no es que sólo hayamos aguantado el chaparrón, si no que en la mayoría de los casos la gestión de la situación ha sido tan impecable que hemos visto cofradías crecer, ¡y de qué manera!

Todo tiene su respuesta en que estos casos no se gestiona desde un punto de vista de capitalista, egoísta y carente de valores (características que han dado pie a la recesión) sino que en las cofradías se gobierna desde el corazón, el sentimiento y la fe, dando resultado a grandes proyectos que han visto la luz en tiempos de crisis. Proyectos con los que los cofrades, hermanos y devotos, han apuntado a lo más alto a la misma vez que la labor caritativa se exponenciaba. ¿Milagros? No, simplemente fe, devoción y valores.

¿A nosotros nos van a meter miedo? Las cofradías hemos superado épocas en las que por modas mal entendidas, esto no se llevaba, nos hemos visto solitarias por la ciudad y casi abandonadas por las instituciones. Pero… aquí estamos, llenando las calles, dándole vida a la ciudad los 365 días del año y siendo en centro de la vida de la inmensa mayoría. Cuando las raíces están bien firmes, no hay desastre natural que las elimine por completo y haga que no vuelvan a brotar más frondosas si cabe. Lo mismo pasa con las cofradías, formamos parte de la cultura y tradición de nuestra tierra, brotamos del pueblo y pueblo somos, somos el ADN heredado de nuestros antepasados, y además, tenemos la firmeza que da la fe en nuestro Dios, que es todo Amor.

Ya pueden venir contándonos historias de alianzas de civilizaciones, de modernidad, de progreso mal entendido, que no es la primera vez que nos vienen con estos cuentos, que nosotros aquí seguiremos junto a la dos veces milenaria Iglesia de Cristo de la que formamos parte. Estos vienen con los argumentos de siempre, manidos y carentes de sentido que caen por su propio peso. Nosotros debemos de seguir a lo nuestro, pues nuestra labor de dar testimonio público del Evangelio es nuestra mejor respuesta, y nuestro mensaje el más progresista a pesar de tener 2000 años de antigüedad. Nosotros no hablamos desde el odio, la ira ni envidia, si no desde la Fe, la Esperanza y la Caridad.

Que vengan quienes quieran a intentar quitarnos de en medio que algunos están pensando ya en cambiar el dicho y sustituirlo por "con los cofrades hemos topado...".