Semana Santa

El amor a una Madre

  • La Hermandad de la Vera Cruz celebra el 50 aniversario de la bendición de Nuestra Madre y Señora de los Dolores

  • El escultor de la Virgen, Álvarez Duarte, presencia la eucaristía

Allí estaban sus hijos postrados ante Ella. Allí, con la misma luz intensa que emana medio siglo después. Allí, frente a Ella, se concentraron para celebrar una Fe que se sostiene en el alma y que se fragua con una pasión de terciopelo y caricias. Hasta allí, en la parroquia de la Concepción, llegaron los hermanos de la Vera Cruz, los cofrades onubenses, y los devotos de la Virgen.

Ayer se celebró una cita histórica que se mantendrá en el recuerdo de conversaciones y libros. Un solemne pontifical se vivió en honor a Nuestra Madre y Señora de los Dolores por el 50 aniversario de su bendición. No faltó un detalle ornamental por parte de la Hermandad para llevar a cabo una eucaristía a la altura de las circunstancias. El acto estuvo presidido por el obispo de la Diócesis de Huelva, José Vilaplana, en un día marcado en rojo para los feligreses y cofrades de Huelva además de coincidir con el primer domingo de Cuaresma.

Entre los numerosos asistentes, varias caras reconocidas como la del hermano mayor de la Oración en el Huerto, José Carlos García; el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de Huelva, Antonio González y la concejal de Economía y Hacienda, María Villadeamigo. También, de una manera muy especial, estuvo presente el imaginero Luis Álvarez Duarte, autor de la Virgen de los Dolores con tan solo 16 años. Además, representantes de la familia que amadrinó a la imagen no quisieron perderse la cita del cincuentenario.

"Dentro de la sobriedad de la liturgia del primer domingo de Cuaresma, hoy es un día de celebración", señaló José Vilaplana en la apertura de la homilía , que además no quiso desaprovechar la ocasión para recordar a José María García Lahiguera, obispo que realizó la bendición de la imagen hace 50 años. Una persona con la que tuvo la suerte "de compartir mucho con él", además de ser un obispo "mariano por excelencia".

Vilaplana, que recordó que tuvo el "honor" de coronar canónicamente a la Virgen de los Dolores, señaló a los feligreses que "vuestra Fe es la de los apóstoles y está en comunión con toda la Iglesia", así que es importante "que vayamos entretejiendo ese tejido para transmitir nuestro amor a la Virgen". En esta línea definió a la Virgen como una Madre que siempre está al lado, amable y "que cobija bajo su manto". Y así, "hemos de sentir la alegría de ser cristianos. Vivamos con dignidad nuestro bautismo".

La colecta de la solemne pontifical fue destinada a la campaña humanitaria de Manos Unidas para hacer frente al hambre en el mundo.

"Un día muy grande y muy señalado y la oportunidad de poder vivirlo", expresaba el hermano mayor, José Carlos García, y es que "nos hemos preparado con ilusión", haciendo "unos cultos en la línea de la hermandad y que la importancia la tenga la Virgen".

El escultor de la imagen, aseguró, tras la eucaristía, haber estado "súper emocionado con todas las personas que he visto". "Hay que dar gracias siempre por vivir estos momentos y que los podamos vivir", y es que todo lo acontecido trajo a Álvarez Duarte unos recuerdos "imborrables" ya que además, fue la última imagen que "vieron mis padres", razón por el que le tengo "un cariño especial a la Virgen". Álvarez Duarte recordó que aquel niño con 16 años fue la primera vez que se puso corbata, en la bendición de la Virgen. Al poco tiempo de presentar a la imagen, la Virgen generó un "brote de cariño fantástico y maravilloso". Y es que la imagen no solo es "mi vida" sino la vida "de los onubenses". Porque no hay nada más grande que el amor a una Madre.

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