Semana Santa

Vía crucis de las cofradías con La Fe

  • El obispo monseñor Vilaplana, en su reflexión final, habló de ayudar a los más necesitados a llevar la cruz

El Cristo de la Fe salió ayer de su parroquia de Santa María Madre de la Iglesia para recorrer las calles de su feligresía en el vía crucis de las hermandades. Lo hacía, además con la ocasión de la celebración del veinte aniversario de la cofradía.

Ante la imagen que se encontraba a los pies del presbiterio, el obispo de Huelva, monseñor José Vilaplana Blasco, que presidía el ejercicio del vía crucis se dirigía a los fieles destacando que "el vía crucis es el camino de la cruz que se recorre a lo largo de la vida cristiana y en el que se sigue a Jesucristo". "El ejercicio del vía crucis piadoso estimula a seguir la palabra de Jesús, ante el Cristo de la Fe", dijo, a la vez que habló de dejar a un lado el egoísmo. "Es una invitación a llevar la cruz, con nuestras preocupaciones", añadió. Preguntándose por el mensaje de la Cuaresma dijo que "éste debe ser el contemplar a Cristo, maestro de vida, del que necesitamos aprender a vivir, es el maestro de la asignatura más grande que es el amor y él nos la enseña".

La parroquia se encontraba con gran participación de gente, tanto de hermandades, como feligreses, que son los que al final le dan el calor a un acto de estas características. Un vía crucis organizado por la Hermandad de la Fe que quiso cuidar hasta el último detalle. El Consejo aprovechó la balconada del coro para extender su repostero y hacer ver que este era uno de los actos que tiene en estatutos.

El vía crucis salió con sencillez, con la cruz parroquial alumbrada por dos sencillos ciriales. Le seguían todas las hermandades de Semana Santa con representación de tres hermanos portando todos cera blanca distribuida por la cofradía de La Fe. La participación de la mujer en las representaciones sólo quedó para las hermandades de la Santa Cruz, la Salud, Estudiantes, Pasión, Buena Muerte, Soledad y la propia de La Fe, que también estaba en la organización del cortejo. Un vía crucis organizado con sobriedad, con la junta de gobierno de la Fe portando su guión y seguida del Consejo y de la presidencia del obispo de Huelva, monseñor José Vilaplana Blasco; acompañado por el vicario de la celebración de la Fe, Diego Capado; el párroco, Manuel Mateos; el presidente del Consejo, Modesto Fernández Jurado; y el hermano mayor de la Fe, Manuel Cruz; en la iglesia se quedaba, con su medalla, el antiguo párroco, José Romero. La salida del vía crucis se realizó con el calor de la feligresía, que desde el interior del templo acompañaba al Cristo de la Fe y que se unía a los fieles que esperaban en la calle, el vía crucis estuvo arropado por los cánticos penitenciales, que se unían a la sobriedad de la música de capilla o al muñidor que marcaba las estaciones. Lo importante esta vez en el vía crucis es que todos pudieron escucharlo, lo que sin duda es un éxito. Al final se cantó en el interior del templo el Resucitó y el obispo dijo que "la cruz apunta siempre a la Resurrección, el crucificado vive para ser aliento y vida, pero la cruz continúa y hay que ayudar a llevarla a los más necesitados".

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