Calvario

Silencio y respeto llenan el centro ante el Señor

  • Calvario no acabó la carrera oficial como consecuencia de la lluvia

Es una hermandad de silencio que impone respeto. Eso es lo que pasó anoche en la antigua calle Valencia, cuando las puertas de la capilla del Calvario se abrieron y dieron paso al cortejo. Las conversaciones de las muchas personas que esperaban el inicio de la procesión pararon.

Así, surgieron imponentes sus dos pasos acompañados por música de capilla, por sendas saetas y, en algunas ocasiones, solo por el ruido de las cadenas que ataban los pies de algunos de los penitentes y que daban con el adoquinado de la calle.

Por la mañana Calvario había celebrado su acto de primeras levantás. Fueron realizadas por Carlos Iranzo, en el caso del palio y Miguel Martín, en el Señor, aunque fue su esposa quien la hizo en su nombre. Hubo también reconocimientos al subdelegado del Gobierno, Enrique Pérez Viguera y al Prendimiento por su 25º aniversario.

Calvario le hizo entrega de los gemelos que el Señor de la cofradía del Carmen lucirá mañana. No hay que olvidar que Calvario amadrino en su momento a Prendimiento. Calvario tiene cerca la carrera oficial. Con su austeridad habitual llegó a la Placeta, donde tuvo que esperar un cuarto de hora para hacer su entrada por encima del horario oficial. La razón se encontraba en un retraso del Cautivo que se acumuló con las otras dos cofradías de la jornada.

Sin embargo, la cofradía no acabó la carrera oficial. La presencia de la lluvia hizo que Calvario decidiera atajar y coger por Vázquez López para llegar lo antes posible a su capilla.

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