pregón de la semana santa 2018

La pasión de un capataz

  • Juan León pregona la Semana Santa de Huelva con reivindicación, sentimiento, un recorrido por todas las hermandades de la capital y un homenaje al mundo del costal

Lozano, durante su exaltación.

Lozano, durante su exaltación. / Canterla

"¡Huelva! ¡Que voy a llamar! Voy a llamar a los corazones, voy a llamar a los cofrades y a los que no pertenecen a este singular universo que hace posible la fiesta por antonomasia de nuestra tierra, la Fiesta con mayúscula". Con tres golpes de martillo con el llamador del Resucitado y con estas palabras comenzó Juan León Lozano su Pregón de la Semana Santa de Huelva. El de ayer, sin duda, fue un pregón equilibrado donde todas las hermandades de la capital tuvieron su sitio. Fue un pregón de homenaje al mundo del costal, reivindicativo y que recorrió los rincones de una ciudad que se transforma desde el Viernes de Dolores. Juan León pronunció un pregón, su pregón, con su voz característica que escuchan sus costaleros a través de las trabajaderas. Pronunció un pregón de emociones, aflamencado, y de guardarse en el corazón cofrade. El pregonero piropeó a Huelva a modo de chicotá y se dejó el alma de una pasión de la que respira por los cuatro costados.

El pregón recorrió la prosa recitada y el verso. En su presentación caminó por los barrios más alejados del centro. "Que vengan desde La Orden atravesando El Conquero, que vengan desde Isla Chica a través del Barrio Obrero, que envíe Pérez Cubillas lo mejor de sus adentros. El Carmen, la Hispanidad, las Colonias, barrios nuevos, que en un parto de colores son cada año un estreno". El capataz dedicó en un símil de levantá el pregón a su madre y "por todas las madres de ustedes". Y por todos aquellos "que nos precedieron en la vida".

La Banda Sinfónica Municipal interpreta 'Soleá dame la mano' y 'Hermanos Costaleros'

Tras los saludos protocolarios, el pregonero quiso dar gracias a Dios "porque me ha dado la Fe", igual que a su familia. Una familia "cercana al mundo cofrade, pues pertenecemos a cerca de 70 hermandades o cofradías". León agradeció al Consejo y su presidente, Antonio González, haber tenido "la osadía" de nombrarle pregonero. Así tuvo palabras de agradecimiento a Huelva, al Ayuntamiento, a la Banda Sinfónica Municipal, a la Hermandad del Resucitado, donde es capataz, así como a la Tertulia Cofrade El Aguaó de Huelva Información y a Eduardo Sugrañes por "este jarrillo de lata con el que va a refrescar la garganta al pregonero". León también se acordó de su viejo capataz, Manolo Santiago, y de otras muchas personas del mundo del martillo que han pasado por su vida.

El grueso del pregón arrancó con el mensaje bíblico de la Resurrección de Jesús. Una parte crítica y reivindicativa, en referencia a que la Hermandad del Resucitado no está en la nómina del Consejo de Hermandades y Cofradías. Y es que Jesús "ha resucitado, aunque nosotros, como el mensaje de los Apóstoles, no acabamos de comprenderlo muy bien". León señaló el principio y el fin de la Semana Santa. La entrada triunfal en Jerusalén y la resurrección. "Y ambos pasajes están representados por sendas cofradías onubenses, pero incomprensiblemente ambas no son iguales". Así el pregonero invitó a la ciudad a la reflexión y a comprender que "Cristo ha vuelto a la vida. Y que la Semana Santa acaba cuando desde la Hispanidad mi Cristo, desafiante a la muerte, vencedor del pecado, va pregonando este misterio por las calles de Huelva".

Juan León continuó con las reivindicaciones. "¿Estamos preparados para afrontar los retos de hoy? ¿Estamos dispuestos a ser el enganche de una juventud que fuera de nuestro ámbito es difícil que en estos tiempos encuentre la cercanía de Jesús?". En esta línea el pregonero destacó la razón de ser que tienen las hermandades, que éstas tienen su función en los tiempos que corren, ya que "sirven para el bien del conjunto de la sociedad". Así, León enumeró las distintas utilidades de las hermandades. En el campo de la moral, en la búsqueda de la espiritualidad, o en la caridad y asistencia social. Pero que esto tenga un resultado "todos los cofrades tenemos que poner de nuestra parte. No basta con mostrar un número de hermano, por muy bajo que este sea. Hay que arremangarse y bajar a la arena a la lucha diaria". El pregonero también criticó que la sociedad no vive el "hoy". Y es que "estamos en una realidad virtual" donde se cambia el "saborear el ahora" por tomar "unas imágenes que nos recuerden este ahora, después".

A continuación, Juan León sorprendió a los presentes en el Gran Teatro con versos por solares con el sonido de una guitarra flamenca de fondo. "Cantar, yo no sé cantar / pero a un toque de guitarra / se le puede recitar". Así el pregonero dedicó versos a todas y cada una de las cofradías de la capital. No se olvidó siquiera de la "belleza del Prado".

El pregón comenzó con su recorrido habitual por cada uno de los días de la Semana Santa. Una semana que es "un compendio de sensaciones, emociones, devociones, recuerdos, nostalgias, vivencias". Caminó por el Domingo de Ramos y recordó los 75 años de la Hermandad de Mutilados, para continuar por el resto de días de la Semana Santa de Huelva. Juan León resaltó los anuncios de las hermandades, los cuales "han de activar nuestros cinco sentidos". Por eso "hay que tocar la túnica ruan de los negros nazarenos del Cristo de la Misericordia (...), hay que tocar la mano del patero que agarra el zanco, para notar la tensión del trabajo costalero". También "hay que saber mirar (...) hay que saber ver los ojos humedecidos del que se emociona con lo que está viviendo y sintiendo. Hay que saber ver la cara del niño que descubre por primera vez la Semana Santa". De igual modo "hay que saber escuchar. Oír la campanilla que anuncia la cercanía de los cortejos de la Santa Cruz o del Silencio". Y hay que saber "oler". Hay que buscar "ese rincón donde el azahar florecido nos inunde con su perfume", al igual que "hay que probar una torrija mientras se espera la llegada de una Cruz de Guía".

Como no podía ser de otra forma Juan León, capataz, dedicó una parte del pregón a los costaleros, "los ángeles de arpillera". Con un toque reivindicativo también puesto que "se es costalero de este paso o de aquel otro, nadie puede llamarse costalero y permitir que algunas hermandades puedan tener carencia de ellos. Salid ahí fuera y dad la cara por Huelva, salid ahí fuera y dad la cara por este arte, el arte de llevar los pasos siendo costaleros". Siguió con unos versos en homenaje a todos los costaleros.

Juan León recordó a la Huelva antigua, la que cuyo "corazón latía junto a la Estación de Damas". La de "casitas encaladas, callejones con revueltas, de patios y casamatas, albero por las aceras y las calles empedradas". Un reguero de emociones y sentimientos que desembocaron en el Nazareno. Y es que "esa Huelva que sí vive, esa Huelva que ves clara y que tiene el Nazareno guardadita en su mirada". León cerró el pregón con una oración a la Madre, "a la Reina de Huelva", a la Virgen de la Cinta. "Concédenos después de haber vivido contemplan en el cielo tu belleza. He dicho y ahí queó". Juan León recogió un rotundo aplauso del respetable.

Finalizó la Banda Sinfónica Municipal de Huelva, bajo la dirección del maestro Francisco Navarro Lara, con la interpretación del Himno de Huelva, Andalucía y España. Previamente, antes del pregón sonó Soleá dame la mano y Hermanos Costaleros.

Presidieron el Gran Teatro el obispo de la Diócesis de Huelva, José Vilaplana; el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz; el vicario para la Celebración de la Fe, Emilio Rodríguez; la primera teniente alcalde, Elena Tobar; y el secretario del Consejo de Hermandades y Cofradías, Toríbio Suero; y el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, Antonio González.

Éste último fue el encargado de presentar al pregonero. González recorrió la vida cofrade de Juan León, hermandades a las que pertenece, pasos que saca, así como sus pregones. "Hoy, mi querido compañero, seguramente será uno de los días más importantes en tu dilatada vida cofrade, porque pregonar a la Semana Santa de Huelva, quedará grabado en tu vida y en la de toda tu familia y amigos".

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