A primeras horas de la tarde, se presentía en el Polvorín que la Cena se iba para Huelva. Desde la plaza Virgen del Rosario partió la Agrupación Musical de la Sagrada Cena, en busca del Señor del Amor. A las 15:30, el hermano mayor, Emilio Muñoz, anunciaba en el interior del templo, que la cofradía salía y a su hora. El recogimiento en el Sagrado Corazón era imponente, solo acompañado por música sacra. esta cofradía sabe hilvanar muy bien alegría y seriedad y eso se nota en todos sus actos.

Se trata de una hermandad que ha sido castigada por las desaparición de varios hermanos muy significativos en su historia, como Cándido Hito, padre del capataz Jacinto Hito o Rafael López. Precisamente su viuda, muy emocionada, hizo la levantá del palio del Rosario y se rezó un Ave María.

La cruz de guía fue recibida por la Agrupación de la Sagrada Cena, mientras que todos los ojos estaban pendientes de ver salir el imponente misterio. Los costaleros, a las órdenes de Hito sacaron al Señor del Amor limpiamente pese a su altura, sin que las potencias siquiera rozaran el dintel.

Una vez en Federico Molina, el cortejo desplegó toda su composición, encaminándose hacia el centro. El Señor del Amor fue el primer titular de la Semana Santa, recibido por las Hermanas de la Cruz en la muy cofrade Plaza Niña. Ya por Huelva, la Cena fue también recibida por la Hermandad de la Esperanza que le mostró sus respetos a su paso por Esperanza Coronada.