Es puro arte. Quizá porque la costumbre impide tener una valoración correcta, la verdad es que las procesiones de Semana Santa son también una auténtica exhibición de arte que deja perplejos a propios y a extraños. En las calles se tiene la posibilidad de contemplar obras que por su indiscutible categoría, podrían estar perfectamente en un museo.

De todo eso y de mucho más habló el diseñador y bordador Francisco Carrera Iglesias que fue invitado a la Tertulia Cofrade El Aguaó que organiza Huelva Información y que cuenta con la colaboración del Complejo Rafael.

Prestigioso artista que cuenta con una consolidada trayectoria profesional plasmada en muchos lugares de la geografía nacional, Francisco Carrera Paquili, es persona muy vinculada a Huelva aunque tenga su taller en Sevilla. Su buen hacer y el de su equipo enriquecerá la Semana Santa de este año ya que la Hermandad del Calvario estrenará el imponente manto de María Santísima del Rocío y Esperanza.

Con este trabajo, "la hermandad no es que haya llegado a su culmen pero sí es cierto que cumple con un sueño muy importante; algo que los hermanos ansiaban", indicó el hermano mayor de la cofradía de Lunes Santo, Estéfano Molín que fue uno de los invitados a la Tertulia El Aguaó.

Francisco Carrera Paquili tuvo a bien desgranar parte de cómo él concibe su actividad. Una de las ventajas con las que cuenta es que es tanto diseñador como bordador lo que le permite un espléndido margen de libertad a la hora de crear.

Preguntado sobre si esa doble faceta le acarrea algún tipo de conflicto, Paquili lo tiene claro: "Los buenos bordadores deben saber coger un lápiz y deben saber de dibujo aunque no sean buenos dibujantes". Su doble trabajo en la práctica, le redunda una enorme y satisfactoria actividad ya que reconoce que hasta "el 90% de lo que hago lo diseño yo" lo que, por otro lado, no le lleva a ningún tipo de autocomplacencia pues confiesa que "siempre estoy investigando".

Maruja Flores, participante asimismo en la tertulia, quiso destacar por su parte que un buen diseño siempre puede ser enriquecido por el bordador y viceversa, porque "una cosa es diseñar y otra interpretar el bordado". Desde el Calvario, Estéfano Molín hizo un alegato sobre el reconocimiento que han de tener las personas que tienen demostrado, de sobra, su saber hacer ya que el problema es que "parece que hay un exceso de artistas que no se dejan guiar por las personas que realmente tienen los conocimientos. En nuestro caso concreto, lo que hicimos fue preguntar a Paquili qué era lo que más nos convenía en nuestro proyecto".

Tanto Francisco Carrera como el orfebre y diseñador José María Carrasco, otro de los participantes de la tertulia, se lamentaron del escaso reconocimiento con el que todo este tipo de arte cuenta desde las instancias oficiales y que se refleja incluso, en la concepción laboral que tiene: "Los bordadores no contamos con ningún tipo de epígrafe que se nos reconozca como tales y estamos sujetos a un pago del 21% de IVA", apuntó Paquili mientras que Carrasco añadió que "en el caso de los orfebres, estamos incluidos en el convenio de empresas metalúrgicas".

Ante estas realidades, la Tertulia El Aguaó volvió a derivar hacia el pobre concepto que se tiene de un nivel artístico auténticamente envidiado fuera de nuestras fronteras: "Viene gente de otros países y se maravilla de lo que se hace aquí". Paquili se lamentó de ciertos prejuicios que albergan algunas personas que "les hacen pensar que todo esto resulta algo casposo cuando hay obras que deberían estar en los museos". Nada más lejos de esa supuesta casposidad está una realidad que hace de la Semana Santa andaluza algo único a nivel internacional, que es admirado por gentes de todas las procedencias: "Tenemos que reivindicar lo que es nuestro, en lo que somos únicos y dejarnos de complejos que no tienen ningún sentido".

Regresando al tema que centraba la tertulia, el bordado y la ingente obra de Francisco Carrera, éste fue definiendo cómo se deben tener en cuenta hasta las circunstancias más insospechadas a la hora de realizar una obra, en este caso, el manto de María Santísima de Rocío y Esperanza. Para ello, Paquili tuvo en cuenta hasta el hecho de que es una cofradía que realiza su estación de penitencia en horario nocturno: "Cuando se hace una obra así, hay que llevar a cabo una operación conceptual para que todo quede armonizado, de manera que, en el caso del palio del Calvario, se produzcan destellos pero que no deslumbren que son cosas diferentes". Asintiendo y puntualizando, Maruja Flores indicó que "estamos en unos tiempos en que parece que lo que gusta es que las cosas deslumbren; lo que brilla obnubila aunque no tenga calidad".

Asimismo Paquili puntualizó algunos comentarios acerca de que la obra era una copia de Juan Manuel Rodríguez Ojeda. Apuntó que "no es una copia ya que no se debe copiar pero sí tiene influencias como él mismo también recibió influencias de otros". Pese a ello nadie, hoy en día, puede discutir la revolución que supuso para la Semana Santa la irrupción de Rodríguez Ojeda. Para el prestigioso bordador, "hasta el 95% de lo que hoy entendemos por Semana Santa se debe a él" lo que fue confirmado por José María Carrasco y resto de presentes que reconocieron su impronta, que dejó en Huelva, en trabajos como el palio de los Judíos.

La tertulia también tocó el tema de las redes sociales y su influencia en el comportamiento de algunas hermandades. Hubo consenso en lamentar cómo estos foros se usan por supuestos expertos que, sin la más mínima formación o entendimiento, se lanzan a sentenciar acerca del trabajo realizado por los auténticos profesionales: "Las redes sociales están creando influencia en las propias hermandades de manera que se recurre menos a la opinión de los auténticos profesionales y se tiende a la copia, a lo seguro, dejando de lado la personalidad de cada hermandad".

Tertulia Cofrade 'El Aguaó'