Semana Santa

Nuevo recorrido del Silencio

  • El paso se encaminó hacia Quintero Báez tras salir del templo Una de las novedades fue su bello exorno floral

CIERRA las procesiones de la carrera oficial. Cofradía de pocos nazarenos pero, sin embargo, de gran presencia en el Viernes Santo. La Soledad llena con su silencio los últimos momentos de esta última jornada en la que Huelva se da cita para ver a las cofradías hacer estación de penitencia y, en esta ocasión, poner el broche de oro a unas jornadas pletóricas.

Al igual que otras hermandades de este Viernes Santo, también para la Soledad éste ha sido un año de novedades. Uno de ellos era perceptible nada más entrar a la Parroquia de la Concepción momentos antes del comienzo de la procesión. El intenso perfume de su exorno floral remitía directamente hacia el bello paso de Nuestra Señora en su Soledad. Los jacintos, situados en el frontal, llamaban poderosamente la atención así como la trasera donde habían situados azucenas, cardos, hiedras, lirios... se trataba de una nueva configuración floral que no pasó desapercibida.

Cuando las puertas de La Concepción se abrieron, el paso ya miraba hacia Méndez Núñez y se situaba en el centro de la nave del templo. Todo ya estaba dispuesto para que sus 60 nazarenos empezaran su recorrido por el centro de la ciudad y acompañaran a su titular con el especial sentimiento filial que demuestran.

Precisamente el recorrido era una de las grandes novedades ya que el itinerario, más largo que en otras ocasiones, suponía un cambio de configuración lo que provocó nuevas imágenes del bello paso en su andar por el centro.

Tras la salida de La Concepción la comitiva, de este modo, se dirigió hacia la Plaza de la Vera Cruz donde se encuentra el monumento a la Inmaculada. De este modo, la procesión del Silencio tomaba un sentido totalmente distinto al de años anteriores. Solo temían que, en su devenir por las calles, hubiera algún problema con la procesión del Descendimiento, más en concreto con el palio de la Resignación, pero nada sucedió y todo transcurrió según lo previsto.

Su entrada en la carrera oficial fue, tal y como estaba prevista, en tiempo y forma justo detrás del palio de la Soledad de María. El paso contó, en esta ocasión, con otros estrenos como eran la parihuela y la peana. Junto a todo ello lo que siempre llama poderosamente la atención: la elegancia y belleza del conjunto.

La presencia de la Soledad no solo se limita a su salida de Viernes Santo. Como en otros casos, su barrio también deja constancia de la devoción que se siente por ella. Así, el pasado mes de marzo, se inauguró un nuevo azulejo situado en la calle Rascón que reproduce un primer plano de la Virgen. Es una obra de Carmelo del Toro y en ella mismo se hace una invitación a "arrancar un avemaría de aquella alma cristiana que tenga a bien ante mí detenerse".

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