Semana Santa

Nueva chicotá de coronación

  • La mañana y la salida nada tuvieron que ver con la lluvia, se disfrutó y así lo vamos a contar.

La mañana en el Polvorín fue especialmente intensa al lado de la Virgen de la Victoria, todos sabían que se estaba dando una nueva chicotá que va contando ese rosario de emociones que llevará a la cofradía a la Coronación Canónica de 2012.

En el templo todo eran miradas para la Virgen de la Victoria, allí la gente de siempre y algunos hermanos de más edad rezándole, allí estaban, entre otros, Rafael Monís, y José Peguero. El obispo, José Vilpalana, llegó a la Corazón de Jesús y le llevaron nada más entrar a la mesa de recuerdos donde le pusieron la corona de solapa de la coronación y con un gesto simpático también quiso depositar su donativo. Lo mismo que gente tan de Huelva como Pepe 'El Marismeño' que se sumó a la operación de recogida de oro para la coronación canónica. Le ofrendaron también a la Virgen de la Victoria una tiara montada en corales que lucirá a partir del 5 de mayo en el altar de la iglesia donde quedará entronizada hasta su coronación canónica, de la diseñadora Maite Cárdenas.

Todo estaba dispuesto, el Señor de la Humildad recibiendo también las ofrendas, por la tarde la primera y más sentidas de las levantás la dedicada a Tobi, costalero del Señor que tenía su sitio bajo el paso en el corazón de todos los costaleros y en el golpe de llamador de su capataz, que siempre son anuncios de gloria de Resurrección.

El Polvorín todo era un hervidero de gente que esperaba que el sol le besara la cara a la Virgen de la Victoria. Allí estaba su gente que le acompañó en esa salida a Huelva que se produce cuando baja por el Barrio Obrero y se dejan atrás esos ensayos como el que vivimos con la cuadrilla del palio para las páginas de Huelva Información. Ayer todo estaba vestido de Miércoles Santo, de gente, de luz, de música y de piropos para la Victoria. Bajaba por la rampa al son del rezo de la salve y Huelva le aplaudió. Ante el mismo dintel del Barrio Reina Victoria todo enmudeció esperando ese momento en el que la Virgen pasa para luego escucharse la Marcha Real entre una petalada.

La Alameda ya estaba vestida de azul y blanco, de Huelva y toda la Huerta Mena se fue para El Punto, era inmenso ese río humano de gente. Allí le esperaba el monumento a la Virgen del Rocío, una realización en la que ha colaborado la hermandad, lo mismo que en su día con el de la Inmaculada Concepción. El paso llegó con la marcha Rocío y se volvió para quedar mirando el paso de la Blanca Paloma que aquí tiene sitio durante todo el laño.

Luego las Hermanas de la Cruz fue ese suspiro de emociones y este año para seguir por una calle de siempre de la cofradía, ahora de la Esperanza, antes de Padre Andivia. Laamenaza de lluvia adelantó la entrada en carrera oficial, y a partir de ahí todo fue más ligero, acortando por Gran Vía, y de vuelta por la Alameda.

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