Están todo el año, excepto el mes de agosto, de lunes a viernes, con la música bajo el puente de tráfico pesado, aguantando las inclemencias del tiempo y todo por la música.

-¿Cómo entras en la banda?

-En un principio llegó a la Banda de Música y más tarde a la Agrupación. Coincidía con los chavales en los ensayos en la casa de la Hermandad de la Cena y me animaban para que cambiara.

-¿Y llega a la banda de arriba?

-Sí, así se le llamaba porque tenía los instrumentos arriba. Me gustaba el uniforme, era más vistoso, y tenía allí amigos.

-¿Qué instrumentos toca?

-Empecé con el trombón durante diez años y hace tres toco el bombardino, se necesitaba alguien con soltura para leer partituras.

-¿Al final acaba de director?

-Sí, con mi hermano Rubén.

-Y la música es su profesión.

-Estudié Magisterio en la rama de Música y conseguí la plaza a la primera. Soy profesor en el colegio Tres de Agosto de Huelva.

-¿Le gusta a los jóvenes?

-Sí, hacemos canto, baile, damos algo de historia, manipulamos instrumentos. Se divierten y aprenden, lo que ocurre es que sólo es una hora a la semana.

-Las bandas tiene mucho atractivo para los jóvenes.

-Sí, tenemos una plantilla de 75 personas y unos diez en iniciación. Siempre hay gente nueva.

-¿Cómo es la formación?

-En las agrupaciones musicales como la nuestra no llega gente formada como ocurre con las de cornetas que van de una a otra y empezamos de cero, pero es bueno para su formación.

-¿Se llega por la música o por cofrade?

-Soy más músico, pero detrás de un paso se sienten emociones distintas que sólo encuentras aquí.

-¿Cuál es la vinculación con la hermandad?

-Todos somos hermanos y estamos para tocar en los actos de la hermandad, pero tenemos una gestión económica independiente.

-¿Por qué tienen más éxitos las bandas de cornetas?

-Creo que se hace sin criterio, quien decide qué contratar no tiene argumentos sólidos.