El Resucitado iluminó ayer pasado mediodía las calles del centro de La Línea de la Concepción. El Señor, con la cruz en su mano derecha y la izquierda en alto, sus ojos mirando al cielo, anunció a los linenses el milagro, llenando de dicha los corazones de los cristianos en uno de los instantes más importantes para todos.

El cielo amenazaba agua y de hecho hubo lluvia fina durante la mañana, pero el Resucitado de La Línea salió y a su hora de la iglesia de la Inmaculada y pudo realizar su desfile procesional, acompañado por la Banda de Música Santa Bárbara. El paso llevaba un exorno principal de claveles blancos, entre otros, y avanzó con presteza por las calles céntricas de la ciudad.

La gente se paraba en las aceras a la espera de que pasara el cortejo, encabezado por varios niños haciendo sonar la campanilla. Detrás el Señor, con las heridas visibles de la crucifixión y llenando de esperanza a su paso. Se le podía ver perfectamente y de cerca.

Con levantás a cuarto golpe de martillo se completó un desfile procesional que marcó el final de la Semana Santa linense. Afortunadamente la posibilidad de lluvia no privó de vivir tan señalado momento.