El Domingo de Resurrección se vivió con intensidad por las calles de Algeciras con el acompañamiento de cientos de devotos que no quisieron dejar a solas a Jesús Resucitado en la madrugada del pasado domingo, diciendo adiós a la Semana Santa. La parroquia María Auxiliadora abrió por segundo año consecutivo su nueva puerta para iniciar el desfile del cortejo. Con puntualidad la fuerza de las campanas del templo marcó con la luz de la luna, entre destellos, el camino a la imagen por las calles de la ciudad, que marchó además de la mano de la Agrupación Musical Virgen de los Remedios de Estepona.

El silencio de la noche se vio interrumpido por la sencillez del Resucitado que fue arropado por los devotos a cada paso, como culminación perfecta a una Semana Santa en la que todas las hermandades pudieron procesionar tras años de lágrimas por las inclemencias meteorológicas. Los puntos en los que más arropo sintió el Resucitado, con una noche que se tornó fría aunque sin amenaza de lluvia, fue la calle San Antonio, Sevilla, Montereros o Teniente Miranda.

La recogida se produjo sobre las tres de la mañana, volviendo a estar Jesús Resucitado, a la entrada del templo, rodeado de personas con la ilusión de acompañar al Cristo hasta el último minuto bajo el cielo de la noche algecireña. Durante el recorrido se bañó con pétalos, con quejíos de fervor y devotos que no dudaron en trasnochar desafiando la madrugada para despedir la Semana Santa en la calle.