El reto de la ciberadicción

La adicción propicia la ansiedad, la falta de concentración o el riesgo de depresión

El pasado jueves 16 de marzo tuve ocasión de defender en la comisión mixta Congreso-Senado para el estudio del problema de las drogas una propuesta del grupo parlamentario del PSOE para abordar el problema de la ciberadicción.

La utilización generalizada de las nuevas tecnologías y el desarrollo de las redes sociales ha sido una realidad creciente en nuestra sociedad en los últimos años y de manera especial, a partir del uso masivo de nuevos modelos de telefonía móvil que han llegado a estar al alcance de la inmensa mayoría de ciudadanos y, de manera particular, de jóvenes en nuestro país.

Cerca del 80% de nuestros adolescentes tienen un teléfono móvil comenzando a disponer de estos terminales a los 11 años. La presencia de jóvenes y resto de población en las redes sociales y el uso intensivo de las mismas está generando una preocupación en los ámbitos asistenciales ya que se detectan con cada vez más frecuencia situaciones de adicción y dependencia que propician ansiedad o abandono de tareas cotidianas que afectan el normal desempeño de muchas personas. La afectación de la conducta por el uso inadecuado de las nuevas tecnologías y las redes sociales, en lo que muchos expertos entienden por ciberadiccion, es por tanto un problema emergente que requiere ser abordado desde una perspectiva profesional, social, educativa y sanitaria. Igual sucede con las ludopatías generadas en la modalidad de juego on-line que son cada vez una realidad más frecuente y preocupante.

Las consecuencias de estas adicciones se traducen en sintomatología propia de las dependencias como por ejemplo ansiedad, insomnio, depresión o falta de concentración. Un aspecto especialmente preocupante es el caso del ciberacoso, o la promoción de conductas autodestructivas como anorexia y bulimia o situaciones que favorecen la pederastia. Y estas situaciones son motivo de sería preocupación para que profesionales y administraciones junto a las organizaciones sociales actúen con determinación.

Son tecnologías nuevas que favorecen problemas nuevos o abren nuevas vías a problemas de siempre. Por eso, la propuesta que ha recibido el apoyo unánime en la comisión mixta es la de instar al Gobierno a que en colaboración con las Comunidades Autónomas, las organizaciones profesionales y Ongs se proceda a realizar un diagnóstico preciso de situación sobre la incidencia de la ciberadiccion y los factores determinantes. A partir de aquí, vamos a desarrollar un plan específico de actuación frente al problema de laCiberadiccion y la ludopatía por juego on-line, que contemple estrategias de prevención y asistencia. Somos conscientes de la importancia de que dicho plan disponga de indicadores específicos de evaluación y con los recursos presupuestarios necesarios.

Se puede decir que hemos sentado las bases para un futuro mejor, pero queda trabajo intenso y riguroso que realizar. Y queda hacerlo con la implicación de profesionales, familias y organizaciones sociales. Debemos prevenir con eficacia estas situaciones y cuando ello no sea posible, hacer un diagnóstico precoz y una intervención temprana para solucionar el problema. Podemos hacerlo basándonos en la enorme experiencia de éxito que acumula nuestro sistema en la lucha contra las adicciones desde que hace 32 años se creó el Plan Nacional sobre Drogas; y si trabajamos con inteligencia daremos pasos positivos.

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