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Cómo duele la falta de Pepe Luis

  • Puente de San Bernardo.Construido en 1924 por el arquitecto Juan Talavera y el ingeniero José Luis de Casso es el único puente vivo de los que eludían el dogal ferroviario

El Puente de San Bernardo, único sobre vías que sobrevivió a la piqueta del 92, reunirá a un gentío esta tarde al conjuro del Cristo de la Salud y de Nuestra Señora del Refugio.

El Puente de San Bernardo, único sobre vías que sobrevivió a la piqueta del 92, reunirá a un gentío esta tarde al conjuro del Cristo de la Salud y de Nuestra Señora del Refugio. / ruesga bono

Miércoles, llegamos al ecuador de la fiesta y el día lleva en su nómina las dos cofradías más toreras. San Bernardo y el Baratillo van a porfía, que si una fue liderada por Curro Cúchares, Pepe Hillo tuvo mando en plaza en la gran hermandad del Arenal. Cuna de grandes toreros San Bernardo, la proximidad de la capilla con la plaza de toros de la Real Maestranza propició que grandes figuras de la historia pasada y presente hayan vestido y vistan la túnica azul baratillera.

Hoy vamos a circunscribirnos al paso de la hermandad de San Bernardo por un lugar emblemático al que sólo le falta la figura del gran Pepe Luis Vázquez con gafas de sol y en compañía de un nieto. Estamos en el Puente de San Bernardo, el único de los que superaban el dogal ferroviario que partía en dos a Sevilla ha sobrevivido. Los otros dos, el de la Puerta Carmona y el de la Enramadilla, cayeron bajo el peso de la piqueta cuando se soterró la vía férrea que unía Sevilla con el oriente andaluz y con Cádiz. Eso, como tantas y tantas cosas, ocurrió con vistas a los grandes fastos de la Exposición Universal de 1992. Sobrevivió el Puente de San Bernardo por ser considerable su valor arquitectónico y ahí continúa como emblema de un barrio que fue arrabal y que ahora es de los más solicitados de Sevilla.

Qué maravilla cómo coronan ese Tourmalet el Cristo de la Salud y la Virgen del Refugio

Su imagen de estilo neobarroco representa la del cordón umbilical que une el centro histórico con una de las principales vías de salida de la ciudad, la avenida de Eduardo Dato. El puente de San Bernardo, o de los Bomberos, es el símbolo del barrio al que sirve como acceso, uno de los arrabales históricos de Sevilla. Fue construido en 1924 con diseño del arquitecto regionalista Juan Talavera y Heredia para salvar el paso del ferrocarril hasta la vecina estación de Cádiz.

Cuando fue construido, en aquella fiebre urbanística que transformó Sevilla durante el primer tercio del Siglo XX, fue pionero en la utilización del hormigón armado. Desde entonces comunica la histórica Puerta de la Carne con el barrio de San Bernardo, desembocando a las puertas de la antigua Real Fábrica de Artillería.

Aunque fue remodelado en 1992, cambiando su estructura, conserva las garitas, los pretiles y las escaleras laterales que le dan sello propio. El ladrillo visto, los remates, en general la vistosidad de esta construcción ha justificado que haya sobrevivido a su función original. Aunque ya sin vías que superar, el puente sigue en pie. Se construyó en 1924 haciendo uso de la tecnología del hormigón armado, anticipándose en este sentido a la obra del Mercado de la Puerta de la Carne por escasos años. En ello tendría una importante participación el ingeniero José Luis de Casso Romero.

Resuelta la cuestión estructural, el puente adquiere imagen urbana mediante el trabajo detallado de labra de ladrillo y piezas de remate prefabricadas en los pretiles y en las garitas que a mitad del puente son mesetas para las escaleras que comunican esta infraestructura con el Barrio de San Bernardo y la zona comercial del Mercado.

Queda delimitado el barrio por la Real Fundición de Cañones del siglo XVIII y por el edificio para Parque de Bomberos que el mismo Juan Talavera proyectara entre 1920 y 1921. En la acera de la izquierda, queda el Mercado Puerta de la Carne que Gabriel Lupiáñez Gely y Aurelio Gómez Millán proyectaron entre 1927 y 1929. Separado por las vías ferroviarias, que es la razón por la se construyó este puente, permanecen las casas aisladas con jardín que a principios del siglo XX fueron construidas para militares y personal de la Real Fundición de Cañones, tras las cuales se sucedieron una serie de naves industriales vinculadas a la actividad de la fundición y del ferrocarril.

Cuando el gallo haya cantado por dos o tres veces, San Bernardo arderá con su cofradía

Parece demostrado que el arquitecto Juan Talavera y Heredia se inspiró para su proyecto en el madrileño Puente de Toledo, también de estilo neobarroco con profusión de ladrillería. Las farolas del Puente de San Bernardo es de lo más destacado que existe en el mobiliario urbano de la ciudad y la visión que desde él se percibe de la Giralda es única, con una sensación de cercanía fantástica con la Giganta asomada al oriente por encima del caserío hispalense.

Bueno, pues por ese puente y, dolorosamente, sin la presencia de Pepe Luis va a discurrir hoy la cofradía del barrio, la Hermandad Sacramental del Santísimo Cristo de la Salud y María Santísima del Refugio. Será cuando el sol esté en su cénit cuando el cortejo enfile el puente procedente del corazón del barrio de San Bernardo, desde Gallinato. Y la coronación de esa especie de Tourmalet para andar por casa será una cumbre de nuestra fiesta mayor.

Ya cuando el gallo haya cantado dos veces, al menos, vuelta por donde el camino de ida para una apoteosis de barrio como no son muchas en esta ópera urbana que escenifica Sevilla. Se cruzarán las saetas por Santo Rey y estaremos hollando el jueves, el día más largo, el del vértigo de sensaciones sin solución de continuidad. Y en el puente, que habrá añorado a uno de sus hijos más preclaros se queda atrás un año más, con lo que nosotros nos quedará por delante en ese par de días fundidos para hacer uno que no tiene término medio.

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