Un paso adelante, otro atrás. Así no avanza un Recre que recordó por momentos al de partidos anteriores, que se mantuvo vivo hasta el final, pero al que la falta de ideas le impidió generar opciones reales ante un Extremadura dubitativo. Un Decano poliédrico, con varias caras y ninguna identidad clara repitió en Almendralejo vicios del pasado para insistir en lo que parece un empeño: sufrir. Con fases de querer la pelota, otras de juego directo y alternativas no siempre claras fue una vez más un Decano demasiado plano el que dejó escapar la oportunidad de ganar la tranquilidad.

Si en su estreno llamó la atención por sus cambios, en Almendralejo la continuidad marcó el dibujo de César Negredo. La ausencia de Nacho Monsalve fue la única baja recreativista. El técnico se encomendó a los mismos que le dieron una victoria contra el Écija, pero el Extremadura no era el Écija y el nivel de exigencia se elevó. Muy pronto se dio cuenta.

Los dos equipos plantearon una clara batalla para anular su timón de inicio. Fue el pulso del 10. Con Jesús Rubio y Toni Robaina como claros referentes para la creación de juego, el empeño albiazul fue anular al extremeño y los locales por hacer lo propio con el canario. La consecuencia fue una intensa presión en el centro del campo que el Recre trató de superar con la verticalidad de sus bandas y el Extremadura con diagonales y un juego más directo en el arranque. Se impuso el equipo de Martín Vázquez en el primer asalto sobre el césped y en el marcador. Con Robaina fuera de la construcción desde el minuto 15 lo pasó mal el Decano, cada vez más atrás, desconectado del juego y sin fluidez. Al final la consecuencia fueron los pelotazos que tanto ayudaron a crecer al Extremadura.

A los 7 minutos el primer robo con criterio de los recreativistas a punto estuvo a abrir la cuenta. Iván Agudo cedió a Lazo, que ante Manu García se encontró con el portero extremeño mucho más atinado. No se volvió a asomar al marco contrario el Recre.

Un exalbiazul tuvo la oportunidad más clara de los locales en la primera media hora de juego. Kike Márquez se plantó en el área y su golpeo duro ajustado al palo fue bien resuelto por Marc Martínez. El Recre cedió metros ante la intensidad local. Enric Gallego en su pelea con Diego Jiménez generó muchas dificultades a los albiazules, que se vieron obligados en demasiadas ocasiones a despejar en largo sin posibilidad de jugar. Robaina desapareció en ese escenario. El Extremadura dio un paso al frente para asumir el mando del choque. Jesús Rubio puso un balón medido a la cabeza de Nico Delmonte que Marc Martínez resolvió de nuevo con una mano salvadora. Fueron instantes de agobio resueltos por el cancerbero albiazul, que incluso le ganó unos segundos al cuero para permitir respirar a sus compañeros.

La prueba del mal rato para el Recre en esta fase del choque la dio el colegiado. Tres cartulinas entre los pivotes y el central como consecuencia de los problemas para contener por dentro a los extremeños. Marc Martínez lo detuvo todo, pero sólo no pudo con el Extremadura. Un nuevo paradón al borde del descanso tras un cabezazo lo barrió Enric Gallego para adelantar a los de Martín Vázquez. Kike Márquez la puso a Airam Benito que remató cómodo. Mención aparte el balón parado. El Extremadura transformó todas sus faltas laterales y lanzamientos de esquina en peligro. Un lastre que acompaña durante toda la temporada albiazul.

La primera consigna albiazul era muy clara. No podía vivir tan cerca de su área. Con el equipo metido atrás nada bueno podía llegar. Negredo adelantó líneas. No le quedó otra salida que asumir riesgos. Buscó de nuevo a Toni Robaina. El Recre necesitaba a su 10. Cuando el canario tuvo la pelota peor lo pasó el Extremadura. Martín Vázquez vio que su timón estaba ya sin gasolina y lo sentó. Cuantos más descontrolado fuera el choque más peligroso se volvía para el titular del campo.

Negredo cambió de plan. Con el choque convertido en un ida y vuelto metió a Ale Zambrano y Natalio. Al onubense le encomendó atosigar en la salida para que el delantero aprovechase los espacios. Sin Traoré asumió un riesgo elevado el Decano que Martín Vázquez detectó. Movió el banquillo para estirar de nuevo a su equipo. Marc Martínez tuvo que intervenir con una espectacular mano a tiro de Jairo. Ya el Recre casi no sufrió más.

Si durante 75 minutos el fútbol no le dio para arañar un punto, el Recreativo acudió a su versión más guerrillera. Boris sustituyó a Toni Robaina. Si no era por juego, tendría que ser por empuje, pero ni así. No era la tarde. Eso sí, murió en el campo contrario. Fue el mejor saldo de un flojo partido. Saber que pese a todo el equipo está muy vivo.