La derrota del pasado fin de semana del Betis Deportivo en Écija supuso desperdiciar una grandísima ocasión para dejar a tiro de piedra abandonar los puestos de descenso. Ahora el filial verdiblanco necesita ganar al Recre para no descolgarse más. La distancia que separa al equipo de José Juan Romero de los puestos de salvación, cuatro puntos, todavía es recortable, aunque exige de pocos despistes para no quedar descolgado. Es el mensaje en el vestuario verdiblanco.

Para lograrlo son clave los puntos en casa. O lo que es lo mismo, que el filial sea capaz de cortar la sangría goleadora que lo condena a ser, con 48 goles recibidos, el segundo equipo de la competición que más veces ha sacado el balón de su red. La laxitud defensiva, a la postre, cuesta puntos y podría costar la mayor, el descenso a Tercera División.

Los puntos en casa son clave en Segunda B. Sobre todo si llegan de tres en tres. Pese a la irregular campaña que dibujan los de José Juan Romero, el filial verdiblanco se ha mostrado más o menos fuerte en casa, sólo cediendo dos victorias a sus rivales. Así, si marca por segunda vez en la temporada dos triunfos en casa sería una nota que haría olvidar, en cierta forma, el mal gusto del tropiezo del fin de semana pasado ante el Écija. Así, tras vencer en la ciudad deportiva al Linense, el Betis Deportivo intentará hacer lo propio ante el Recreativo. Un rival práctico que concede poco atrás y aprovecha los errores que comete el rival para hacer daño. Un estilo muy diferente al local.