Recreativo

El tándem perfecto del Decano

  • Equipo y afición crean la simbiosis perfecta para llevar al Recre en volandas a la victoria

  • La grada aprieta hasta el final

  • Monumental enfado con el colegiado Herrero Arenas

La victoria del Decano se gestó como mandan los cánones del fútbol. Domingo, cinco de la tarde en el estadio Nuevo Colombino. En el ambiente se respiraba ganas de fútbol y alegría. Lejos parecían quedar esos días en los que el sinvivir invadía las gradas. Para no caer en esa piedra en la que acostumbra a caer el Decano cuando todo lo tiene a favor, los recreativistas guardaban la emoción contenida con cuidado para que no se desbocara antes de tiempo.

Antes del inicio, el onubense Marcos Rosa, que busca donante de médula ósea, fue obsequiado por el club con una camiseta firmada, un gesto solidario que invita a los recreativistas a donar médula "para donar vida". Manolo Zambrano fue quien le entregó la elástica a un Marcos Rosa emocionado y agradecido.

Se notó en los primeros compases del partido un problema con las medias de Marc Martínez que hizo que el pitido inicial se demorara unos minutos y en la grada la espera se hacia eterna. El recreativismo estaba ansioso de ver mover el balón para comprobar que lo vivido en las dos últimas jornadas no había sido fruto de la casualidad. El partido comenzó igualado y la hinchada recreativista entendió que era ella la que debía decantar la balanza. Y así lo hizo. El Nuevo Colombino fue en la tarde de ayer el fortín que resguarda al Decano de los ataques de sus rivales. El recreativismo aprieta y el equipo le devuelve el empuje con el balón en los pies.

Los cánticos y palmas se volvieron aún más fuertes si cabe con la triple ocasión desperdiciada unos minutos antes del descanso. Ahí la victoria rozó el Nuevo Colombino y los recreativistas, equipo y afición formando un tándem perfecto, sabían que no la podían dejar escapar.

El gol de la victoria llegó en el minuto 62 de las botas de Boris, quien minutos después al ser retirado se llevó una gran ovación del público. El Recre tuvo que sufrir para ganar y los últimos minutos fueron de infarto.

Nada de acuerdo estuvo la grada con el arbitraje del aragonés Herrero Arenas, quien tanto en el descanso como en el final del partido se llevó una sonora pitada de la hinchada albiazul descontenta con su trabajo.

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