Es la línea con menos efectivos y la más castigada por el desgaste natural de la temporada. La defensa lanzó un aviso claro ante El Ejido el pasado domingo. Está en reserva y quedan siete partidos por delante. Tres de los cuatro jugadores que formaron la línea de atrás contra el conjunto almeriense pidieron el cambio por diferentes problemas físicos. La carga de partidos disputados en una zona del campo en la que el Decano tiene poco más que lo puesto se deja sentir en el tramo final del campeonato.

Tres centrales y tres laterales a lo largo de toda una temporada es muy poco fondo de armario para una línea que ya da síntomas de sufrir el desgaste. Sedeño, Ubay Luzardo y José Alonso tuvieron que tomar el camino del vestuario antes de tiempo porque su cuerpo dijo basta.

Es la línea con más carencias y la que más sufre la acumulación de minutos y partidosBonaque e Iván Robles son los que menos problemas han presentado

El canario Ubay Luzardo pidió el cambio al sentirse un latigazo. El central canario temió una rotura muscular. Ya se lesionó hace un mes y medio en Jumilla y aguantó hasta que ya no pudo más. Entonces quedó en un susto que le obligó a parar una semana. Las pruebas a las que fue sometido ayer descartaron rotura. Un alivio para Juan Manuel Pavón, pero ya van dos avisos. Y no hay recambios para las necesarias rotaciones que tiene cualquiera de los rivales de la categoría.

En una situación prácticamente idéntica se encuentra Javi Cantero. El granadino lleva más de un mes arrastrando molestias, entrenando a menor ritmo para evitar cargarse en exceso en la rodilla y en Mancha Real forzó la quinta amarilla ante el temor de haberse roto en la jugada del segundo gol albiazul. Otro susto que al menos le ha permitido gozar de una semana de recuperación para encarar el duro tramo final del campeonato. No tendrá problemas para estar en La Roda, aunque su cuerpo ya ha lanzado también su particular advertencia.

Ni siquiera la suerte acompaña a los zagueros recreativistas. Sedeño ha tenido molestias y problemas en varias fases del campeonato y contra El Ejido se produjo un esguince que lo hace ser duda. Tendrá que esperar cómo responde el tobillo para ver si llega a La Roda. También José Alonso dio síntomas de agotamiento en la fase final del partido.

Y a todos ellos se suma Mario Marín, ausente prácticamente desde el comienzo del campeonato cuando se rompió en Sanlúcar y no ha vuelto a jugar. Lo tendrá muy complicado hasta el final de la Liga.

De este modo Pavón cuenta con dos defensas al cien por cien para el desplazamiento a La Roda que son Bonaque y José Alonso. El resto arrastra problemas en un sentido o en otro. La temporada pasa factura y en la zaga el depósito está ya muy justo.

El cuerpo técnico baraja la posibilidad de realizar un trabajo específico que permita recuperar frescura a sus zagueros, bajar la carga de trabajo en aquellos jugadores que muestran más señales de falta de gasolina. Para ello alguno deberá bajar la intensidad de los entrenamientos y dosificar para recuperar la chispa necesaria. Hay otros futbolistas a los que también se les empieza a notar el desgaste. El depósito está en reserva y debe aguantar para las siete jornadas que quedan por delante.