Recreativo

Una década sin gol

  • En los últimos diez años sólo cuatro futbolistas albiazules han superado la barrera de los diez goles

  • Uche (20) y Casas (14) en 2006, Sinama en 2007 (12) y Chuli en 2013 (15) lo lograron

Uche, el último gran goleador recreativista, anota un tanto contra el Elche en el Nuevo Colombino en Segunda División.

Uche, el último gran goleador recreativista, anota un tanto contra el Elche en el Nuevo Colombino en Segunda División. / Alberto Domínguez

El gol es el Santo Grial del fútbol, el botín que todo lo cura y que salva cualquier problema. Sin gol no hay premio ni paraíso y bien lo saben los que aspiran a estar arriba en toda competición que se precie. El gol marca camino para bien o para mal. El Recre hace mucho tiempo que suspira por los suyos.

En la última década sólo cuatro jugadores albiazules lograron superar la barrera de los diez goles en la Liga, un techo que parece poco y que sin embargo lleva marcando el límite recreativista demasiado tiempo. Sus nombres recuerdan a tiempos dorados. La falta de un rematador con números aceptables lastra al Decano. Es una sequía estructural.

En las tres últimas campañas el Recre ha promediado menos de un tanto por encuentro

El último pichichi recreativista se remonta a 2006, cuando Uche con 20 tantos lideró a un equipo que ascendió a Primera como campeón de Liga. Fue el último gran año goleador del Decano. Con Marcelino García en el banquillo el Recre sumó además los catorce tantos de Gastón Casas y la decena de Rosu. En la siguiente Sinama, en la mejor temporada de la historia del club en Primera División, llegó a la docena. El francés además es el único jugador capaz de marcar diez o más tantos en dos campañas consecutivas.

Desde esos dos memorables años hasta hoy sólo Chuli en la 2012-13 logró superar la decena. El onubense logró quince tantos acompañado por Alexander con 10. No hay más goleadores destacados en toda una década. Sólo con Sergi en el banquillo se vivió un ligero repunte entre esa campaña y la siguiente con Linares (10) y Arana (8). Un paréntesis en una tendencia descendente muy clara.

En diez goles quedó fijado un techo que alcanzaron Sinama (2008), Camuñas (2009) y Linares (2014). Unos números pobres. De hecho hay temporadas en las que los guarismos albiazules fueron realmente alarmantes. Carmona con siete tantos fue el máximo artillero en 2010 y hasta cuatro futbolistas con cinco lo hicieron en la siguiente con Jesús Vázquez, Juan Villar, Aaron y Pablo Sánchez.

Esta campaña el máximo artillero fue Domínguez con medio campeonato, una circunstancia que ya probó Berrocal en 2012 empatado con Pablo Sánchez. Si el poco acierto rematador desvela una deficiencia seria, en las últimas tres campañas pocos datos explican de forma más clara los problemas deportivos albiazules que el goleador. En la campaña del descenso a Segunda B fue Pedro Ríos con seis tantos el pobre pichichi albiazul. Los mismos números de Arthuro ya en la categoría de bronce.

En término globales las tres últimas campañas sólo son equiparables a la del descenso a Segunda. Con Lucas Alcaraz en el banquillo el equipo albiazul hizo 34 tantos. Con cuatro jornadas más se quedó en 37 hace dos y en la pasada no superó los paupérrimos 27 tantos. La actual terminó con 35. Son las cuatro únicas temporadas en toda la década en las que el Recre promedió menos de un gol por partido.

El Decano lleva inmerso en una crisis deportiva motivada por su inestabilidad institucional desde hace tres temporadas. Un descenso a Segunda B y dos permanencias por los pelos en la categoría de bronce que responden a un mal que lleva enraizado en el club mucho tiempo. No hay gol, no hay delanteros que garanticen un mínimo sobre el que sustentar la tranquilidad sobre el césped. Ni siquiera contar con el máximo goleador de la temporada anterior como Iván Aguilar permitió al Recre. Es un problema histórico.

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