Recreativo

De cero a cien, de cien a cero

  • Casquero cumple su centenario como técnico recreativista en el centro de todas las miradas y con su popularidad en mínimos tras los últimos resultados.

Casquero aplaude a sus hombres en el choque contra El Ejido.

Casquero aplaude a sus hombres en el choque contra El Ejido. / alberto domínguez

Cien días dan para mucho. Es el plazo habitual que reclaman los dirigentes de cualquier sector antes de someterse al primer examen. Casquero lo acaba de cumplir. Desde aquel 13 de julio en que se presentó en la Casa Colón al domingo de la derrota en Melilla va un tiempo en el que el técnico albiazul ha pasado del respaldo mayoritario de todos los agentes del Decano a vivir la semana más dura desde que asumió el reto albiazul. Es el extremo del fútbol, siempre del calor al frío.

De cero a cien en ilusión se disparó el recreativismo con el anuncio de su incorporación, su mensaje y las contrataciones que se hicieron. Ahí queda la respuesta en la campaña de salvación por encima de todas las expectativas. De cien a cero es el saldo del último mes de la competición, en la que la imagen deportiva del Recre no acompañó generando mucho nerviosismo alrededor del equipo.

El técnico tiene un examen ante el UCAM para recuperar crédito y revertir la situación

Con el reto de lograr el éxito "más alto posible" desembarcó en Huelva. Ahora con el Recreativo en mitad de la tabla y más cerca de los puestos bajos que de los altos, encara una semana complicada con un choque ante el UCAM de Murcia con el que recuperar crédito, algo que ya sucedió hace dos temporadas con José Dominguez. El portugués convirtió de forma voluntaria el choque en un plebiscito. Ganó 1-0 el encuentro. Aunque el mensaje desde el seno de la entidad es de calma y tranquilidad, el entorno del club y las redes sociales han puesto el foco sobre el técnico. Es una buena oportunidad para recuperar crédito antes de una semana con tres partidos que pueden marcar mucho el futuro inmediato de la entidad. Tiene en su mano revertir la crisis. No sería la primera vez que sucede.

En estos cien días albiazules el preparador de Talavera ha experimentado el peso de la competición y de la exigencia en un club que pese a su complicado pasado reciente tiene marcado el objetivo de pelear por estar arriba, lejos de donde se encuentra hoy. Casquero suma doce puntos en diez jornadas. Está a seis del cuarto y a dos de la promoción de descenso, pero a nadie escapa que la actual campaña no tiene ningún paralelismo con las dos anteriores. Ha ganado dos partidos, perdidos otros tantos y empatado seis. En su haber está la facilidad anotadora de las primeras jornadas, los destellos mostrados y haber estado más cerca de ganar que de perder en la mayor parte de los empates. En el debe en cambio se aprecia la desaceleración de las últimas semanas. En casa el equipo onubense no conoce la derrota y marcó siempre, logrando dos victorias y tres empates. Fuera de casa se quedó sin ver puerta en Écija y Melilla en sus dos últimas salidas.

Los resultados están lejos de lo que cabría esperar con una plantilla competitiva llena de futbolistas de peso para la categoría, pero es más la sensación de esas jornadas recientes la que tiene al preparador ante su momento más complicado desde que es entrenador del Recreativo.

La memoria es corta en el fútbol. Curiosamente en las últimas cinco jornadas el Decano ha jugado sus mejores minutos de la competición y también los peores. Partidos como el del Extremadura, el Écija en ciertas fases o incluso el empate ante la Balona tuvieron mucho más positivo que negativo. Fueron cinco puntos de nueve que debieron ser más. Sin embargo, los dos últimos marcadores han minado mucho la imagen albiazul con un empate ante El Ejido y una derrota en Melilla en la que el Recre fue incapaz de imponer el mando sobre el partido, con un juego demasiado plano.

Pero el paraguas del banquillo no puede cubrirlo todo. El foco se coloca sobre el técnico para lo bueno y para lo malo de estos cien días, pero en este tiempo también hubo futbolistas que rindieron a un buen nivel y otros de los que todavía se espera mucho. Precisamente en los dos últimos partidos que tanto pesan en la mochila de Casquero los marcadores habrían sido muy diferentes sin claros errores individuales ante los que cualquier entrenador está vendido como la falta de Casquero o el error de Julio en el Álvarez Claro. Igual que la aportación de futbolistas determinantes a nivel individual como Lazo o Santi Luque, que llevan semanas por debajo de su nivel, o las dudas en el centro del campo con lesiones y jugadores a un ritmo inferior han restado potencial al bloque.

Para todas estas dudas hay una respuesta contra el UCAM de Murcia el sábado en el Nuevo Colombino. La ansiedad latente dentro y fuera del grupo se calma con resultados, la medicina que todo lo cura en el fútbol. A Casquero le toca pasar el examen.

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