Está a años de la luz de la temporada y el rendimiento de la plantilla. En una final a vida o muerte la afición respondió como siempre, aunque no lo hiciera el equipo. 14.000 según los datos oficiales del Recre acudieron al Nuevo Colombino para marcar la diferencia. De lejos fue la mejor entrada de la temporada no en Huelva, sino en todo el grupo. Nadie en Segunda B puede presumir de tener detrás una masa social como el Decano. Es lo que lo hace diferente.

Sufrida es como pocas la afición del Recre. Ni los palos de los últimos años merman el cariño a su equipo. Desde el pitido inicial apretó el Nuevo Colombino jaleado por la grada de animación. El duelo fue propicio en el inicio. Con buen clima, sol y una ventaja en el marcador que hacía presagiar una cómoda mañana en el estadio.

El gol de Las Palmas hace aflorar alguna lágrima en la grada ante el temor al desastre

Dos hombres fueron los protagonistas individuales del choque. Lazo se llevó una atronadora ovación cuando se marchó del campo. El gaditano se marchará del Recre tras ser fundamental en la permanencia. Sin su calidad y sus goles el destino albiazul habría sido otro. La grada se lo reconoció como despedida. Pero hay un jugador que es más que un futbolista para el recreativismo. Núñez marcó el tanto que al final valió la permanencia. Es el emblema del compromiso en los tiempos duros que el Decano aspira a dejar atrás.

Si todo fue alegría durante 90 minutos, el silencio sepulcral se adueñó del Nuevo Colombino con el tanto canario. Un silencio tenso y angustioso que dejó un nudo en la garganta y más de una lágrima entre los recreativistas. El miedo al abismo de nuevo. Pero este Recre si algo tiene es capacidad de supervivencia. En manos de terceros pudo celebrar en diferido la permanencia. Un premio menor para una temporada que comenzó con ilusión y que debe servir para no repetir errores.

La 2017/18 es historia. Que comience ya la 2018/19. Cerrada una temporada horrible, hay que comenzar ya a pensar en la que viene con las pilas cargadas y los fieles ahí presentes. Merecen mucho más.