La elección de Rubiales como presidente de la Federación Española de Fútbol afecta al Recre y a los otros 80 clubes de la actual Segunda B. El nuevo mandatario del fútbol nacional advirtió antes de las elecciones que no secundaría la propuesta de reforma de la Segunda B en los términos que aprobó el congreso de fútbol modesto celebrado hace unos días. Rubiales insistió en que lo haría de forma consensuada con todos los clubes para que fuese lo menos traumática posible.

El expresidente de la AFE se convirtió ayer en presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) al obtener mayoría absoluta en la primera votación de la Asamblea General, en la que se impuso al otro candidato, Juan Luis Larrea. Como presidente de la gestora, Larrea sí que apoyaba una reestructuración de la categoría que provocaba la división de la Segunda B actual en dos divisiones para crear un escalón intermedio con la LFP. La medida, que debía pasar por la asamblea general, no fue bien recibida por muchos clubes. Ahora Rubiales debe cumplir su palabra para paralizar la reforma y someterla al consenso de los clubes antes de afrontar la remodelación de una categoría con serios problemas.