Recreativo y Córdoba B protagonizaron un encuentro muy táctico con dos estilos muy diferentes. El Recre salió de inicio con un centro del campo conservador para cerrar espacios interiores y dominar segundas jugadas, dándole más libertad a ofensiva a Miguelito, su hombre de más calidad, mientras que el Córdoba B quiso adueñarse del balón y el espacio y generar ocasiones a través de un fútbol mucho más posicional. La presión alta del Decano en el arranque de la primera mitad y durante todo el segundo tiempo puso en dificultades a un Córdoba B que tuvo errores en salida de balón, aunque los robos del Recre no generaron ni transiciones verticales que derivasen en peligro ni pases de seguridad para dar continuidad al juego ofensivo recreativista en campo propio.

Defensa

Defensivamente el Recre estuvo a un nivel muy alto. El Córdoba B dominó durante tramos del partido hasta tres cuartos, pero el posicionamiento del Decano impidió que los cordobesistas tuvieran profundidad y cayeran al final en la monotonía, finalizando con centros laterales muy bien defendidos o con pases interiores a zonas ocupadas de forma conveniente por los defensores albiazules o los jugadores ofensivos que asumían el rol defensivo sin balón. El principal quebradero de cabeza para la zaga albiazul fue el onubense Alberto Quiles, que realizaba buenas coberturas técnicas y que se asociaba siempre eligiendo la mejor opción para así poder dar continuidad al juego ofensivo cordobesista. En el segundo tiempo la presencia de Moha Traoré dio más potencia al Córdoba B en sus ataques cuando el ariete tenía espacio, pero tanto Ubay como José Alonso midieron bien las cabalgadas del catalán.

Ataque

El Recre inició el encuentro buscando la portería contraria con mucha intensidad y de una forma vertical, gracias en buena parte a los robos en tres cuartos de campo contrario. Los problemas para el Decano aparecieron a partir del minuto 20 cuando el Córdoba B comenzó a romper las primeras líneas de presión del Recreativo, obligando al equipo de Pavón a replegar en zonas más atrasadas, siempre con muchos jugadores por detrás del balón, lo que dificultaba las contras. En el segundo tiempo, especialmente en el tramo final, errores de la cobertura cordobesista dieron opciones al Decano de encontrar la portería de Valera.

Virtudes

La sobriedad defensiva del Decano, que protegió a Rubén en todas las situaciones. Destacando especialmente la anulación total del Córdoba B en las jugadas a balón parado, suerte en la que la pasada jornada le hizo dos goles a la Balona.

Talón de aquiles

La falta de capacidad para gestionar las situaciones de peligro tras robo cerca de la portería cordobesista.