Recreativo

López engrasa la maquinaria albiazul

  • El Recre suma su tercera victoria consecutiva gracias a un tanto de Boris y ya está a tres puntos del 'play-off'

  • La falta de acierto en el área contraria condena al Decano a sufrir en los instantes finales del choque

El capitán albiazul Antonio Núñez se marcha de Chus Hevia durante el encuentro de ayer en el Nuevo Colombino.

El capitán albiazul Antonio Núñez se marcha de Chus Hevia durante el encuentro de ayer en el Nuevo Colombino. / josué correa

Perderá y empatará partidos porque es natural, pero este Recre es otra historia. Es un gustazo ver a un equipo morir sobre el césped más allá de lo que diga el marcador. No existen los equipos invencibles y en algún momento la racha se romperá, pero cuando eso suceda, que ojalá tarde mucho en llegar, habrá un elemento por encima de los resultados en este Recre que reconforta. Sea cual sea el marcador su fórmula funciona y aunque sufra un tropiezo, la seguridad en el horizonte final genera una confianza general. Ha encontrado su camino. La frase fetiche de Ángel López se refuerza con cada partido.

En apenas tres jornadas este Decano es definible. Tiene una identidad clara. Es un equipo atrevido, que defiende arriba, que ahoga al rival, que no deja respirar al contrario, intenso y con las ideas claras, que interpreta lo que requiere el encuentro cuando debe dar un paso al frente y cuando tiene que replegarse. Cualquiera de los 11.000 que ayer salieron del Nuevo Colombino frotándose las manos sería capaz de definir a su equipo.

El tercer triunfo de la era López fue tan justo como sufrido. No mereció serlo si hubiese estado algo más acertado en los últimos metros. Tuvo ocasiones claras para adelantarse antes, para sentenciar después y para celebrar con comodidad el triunfo. No lo hizo y le tocó apretar. Ahí encontró esa simbiosis con la grada que tanto le va a dar. La fórmula funciona en el césped y transmite a la gente. La suma arroja un saldo desequilibrante.

Al descanso debió estar el partido prácticamente listo. El Recre fue superior a su rival. Lo encerró en su campo con su presión adelantada y el trabajo enorme del centro del campo. No fue capaz de acercarse a Marc Martínez hasta el minuto 19. Al Recre le falta algo de pausa. Tuvo varias apariciones en el área. La más clara en el minuto 39 cuando Gorka primero, Boris después y Lazo para completar se encontraron con un rival bajo palos para evitar el tanto.

El Marbella se fue al vestuarios dando las gracias por el 0-0. Cualquier equipo prepara su partido en función de sus fortalezas y las debilidades del rival. Lo que ninguno puede prever es contar con Herrero Arenas en el campo reclamando protagonismo. Si en la primera mitad la falta de acierto y pausa en los metros finales privó al Decano de irse al descanso con ventaja en el marcador, en la segunda el Marbella se encontró con un aliado de negro que hizo más por desquiciar al Recre y cortarle el ritmo que su oponente. Antes de la hora de partido ya tenía el conjunto albiazul a sus dos centrales y al mediocentro defensivo amonestados, con las consecuencias que algo así tiene para el sistema defensivo de cualquier equipo. El equipo recreativista necesitó unos minutos. Se estiró en exceso, lo que permitió al Marbella moverse con más peligro. Mientras las líneas estuvieron juntas no tuvo rival sobre el césped. Marc Martínez apareció para evitar el tanto marbellí en un cabezazo.

En cuanto se recompuso todo volvió a la normalidad. Tanto que el gol que tanto había merecido antes llegó como respuesta. Lazo la puso medida a Boris para que el catalán ajustase al palo en el 62.

El Marbella tuvo su fase esperada de reacción a la que Ángel López dio respuesta. Retiró al agotado Gorka para reforzar el centro del campo con Jonathan Vila. Apuntaló una zona crítica en la que Traoré con amarilla estaba condicionado.

Fernando Estévez quemó sus naves en el 73 cuando completó los tres cambios. El técnico costasoleño vio claro que el partido estaba muy lujos de sus posibilidades. Se la jugó con todo. El Recre sabía entonces que con inteligencia le valdría para gestionar el último cuarto de hora a la espera de una contra con la que cerrar el encuentro. El tiempo de atacar había pasado ya. Tocó repliegue y pragmatismo. Todo esos componentes indefinidos que confluyen en un término clave: competir.

Con el tiempo cumplido Núñez fabricó la jugada de la tranquilidad en una demostración de poderío pero su pase no fue capaz de materializarlo Lazo. Si el capitán culmina la jugada se cae el Nuevo Colombino. La química del equipo con la grada es especial, pero la de Núñez trasciende lo terrenal. Es veneración ganado con cada esfuerzo.

El golpeo de Lazo se marchó ajustado al palo de Wilfred. Ahí estuvo el fin de fiesta anticipado. Condenó así a unos minutos de agonía a los albiazules en los que Marc Martínez acreditó su calidad para evitar el empate marbellí con un disparo duro de Juanfran a la media vuelta.

Sufrir forma parte de la competición. Este Recre sabe hacerlo. En una prolongación incomprensible de seis minutos le tocó apretar los dientes para amarrar los puntos por tercera semana consecutiva. Lo advirtió Ángel López el viernes y sus hombres lo siguen con fe. En el Nuevo Colombino sólo suma el Recre.

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