Iván Robles siempre ha sido un alumno aventajado. Tanto es así, que en su etapa juvenil ni siquiera pisó el Liga Nacional y dio el salto a División de Honor sin atravesar ningún puente. En sus tres últimas temporadas no sólo tuvo encuentros en la máxima categoría de juveniles, sino que también tuvo tiempo para alternar encuentros con el filial y el primer equipo. En esta temporada comenzó sumando minutos ante el Marbella, pero Ceballos pronto le relegaría a jugar en Tercera División. Las lesiones de Mario Marín y Javi Cantero le dieron la posibilidad de regresar a la primera plantilla. Primero compartiendo responsabilidades con Sedeño y luego, con la vuelta de Cantero, ganándole la partida al canterano del Sevilla.

Constancia, esfuerzo y una mentalidad de hierro le han servido para hacerse un hueco en el primer equipo y para superar todas las situaciones que se le han ido poniendo por delante, incluso la de aceptar un cambio de posición en su última etapa de formación en el fútbol base (hasta cadetes jugaba de central). Ahora sigue quedándose con lo que le ayuda acrecer: "El equipo atrás está mejorando, no encajamos goles con facilidad". Aunque lamenta la ausencia de "una pizca de suerte" y considera "surrealista" que las ocasiones que está sumando el Recreativo no se estén convirtiendo en goles. Lo fácil sería maldecir la desgracia, pero Iván tira de fe en el trabajo y de positivismo para asegurar que "nosotros trabajamos y estamos seguros de que se romperá la racha y el equipo empezará a marcar".

Con Pavón en el banquillo Iván Robles ha sumado 630 minutos, es decir, siete encuentros completos: "Lo he tenido cuatro temporadas, sé de su capacidad y para mí es de los mejores". Además, fue un paso más adelante para quitar importancia a la ausencia del preparador del área técnica: "El que conoce a Pavón sabe cómo es, aunque esté en la tribuna alta lo vamos a escuchar. Puede afectar un poco, pero nosotros trabajamos con él toda la semana y lo plasmamos en el campo. Puede condicionar un poco, no vamos a ser tontos, pero estos empates no son porque no haya entrenador".

Además, desvela Robles que la clave para ganarse al míster es "tener intensidad" y partiendo de esa premisa alternar formas de juego: "Teniendo en cuenta del rival, las circunstancias, el terreno de juego... Alternaremos tener más el balón o jugar más directos, pero con Pavón la clave es tener intensidad, sobre todo a nivel defensivo". El regreso de Mario Marín, al que el lateral considera "una excelente competencia" recrudece la competencia a Iván Robles que vuelve a estar en manos de Pavón. En San Fernando el Recre buscará su resurgir, aunque Iván avisa: "Nosotros estamos tranquilos porque vemos cómo trabajamos y estamos seguros de que iremos para arriba".