Recreativo

Dani se va al Celta entre lágrimas

  • El albiazul es traspasado por 50.000 euros más un 20% de una futura venta y otros 30.000 en incentivos.

  • Retira su denuncia ante la AFE y perdona la mitad de lo que la entidad le debía.

Dani Molina sonríe antes de comenzar una despedida en la que las lágrimas de emoción sustituyeron a la sonrisa inicial.

Dani Molina sonríe antes de comenzar una despedida en la que las lágrimas de emoción sustituyeron a la sonrisa inicial. / tenor

Emocionado, respaldado por parte de sus compañeros y escoltado por el presidente, Manolo Zambrano, y el portavoz, Jesús Pulido, se despide Dani Molina del Recre. Lo hace "como un hasta luego" y con la seguridad de que "antes o después nos volveremos a cruzar en el camino". El centrocampista onubense se marcha traspasado al Celta de Vigo, donde firma por cuatro temporadas más lo que resta de la actual. Dejará en las arcas recreativistas 50.000 euros fijos más otros 30.000 en variables. A esta cantidad se añade un 20% para el Decano de un posible traspaso, la retirada de su denuncia ante AFE por los impagos y la reducción del 50% de la deuda que mantenía el club con el futbolista. El total de la operación, sumando cantidades fijas, variables y condonación de deuda, elevaría la operación hasta casi los 100.000 euros.

Dani Molina leyó sin poder contener las lágrimas una carta de despedida como recreativista y recibió el cariño tanto de sus compañeros como del consejo de administración. El onubense se va dejando dinero en caja cuando pudo haberse ido gratis. Así lo reconoció Manolo Zambrano. Pudo hacerlo en verano cuando el Celta vino por él o en esta segunda ocasión en la que, como adelantó Huelva Información, el conjunto gallego insistió en su contratación. Sin embargo, prefirió ser leal al club al que llegó siendo un niño para militar en sus infantiles y en el que "he cumplido el sueño de cualquier niño de Huelva, que es jugar en el Recre". Como albiazul, Dani Molina pudo debutar en Segunda con el primer equipo siendo todavía juvenil y llegó a ser internacional sub 19.

Al club no le consta el ingreso de los 500.000 euros que obtuvo Comas por sus derechos

En Vigo jugará en el filial celeste, pero entrenará y alternará con el primer equipo, donde Zambrano le augura "mucho futuro porque es un futbolista que lo tiene todo para dar mucho que hablar en Primera".

Su marcha supone "un nuevo reto para seguir creciendo", aunque significa "pena" y le "cuesta" dejar su casa, pero que afronta con ilusión su andadura en su nuevo equipo tras casi diez años en el Recreativo. Se va "con más de lo que jamás nunca hubiera imaginado".

En su despedida agradeció al Recreativo que haya "entendido" sus deseos de salir y se acordó de los entrenadores que tuvo, especialmente de "José Luis Oltra que me hizo debutar", de unos "compañeros increíbles", empleados, familiares, amigos y de la afición, de la que ha dicho que es "el alma de este club". "Gracias por recordarnos siempre la grandeza de este club", expresó.

El presidente del club albiazul, Manolo Zambrano, agradeció también a Molina su "compromiso" . Por su parte, el portavoz del consejo de administración, Jesús Pulido, valoró la "implicación" de todas las partes participantes en la operación, que se produce "en unas condiciones ventajosas" para el club.

"El jugador podría haberse ido hace bastante tiempo o incluso gratis", apuntó el consejero, ya que por el dinero que se le adeuda podría haber iniciado el proceso para haber rescindido unilateralmente su contrato o haber forzado en verano una salida.

Pulido también indicó, por otro lado, que el club trabaja para reclamar la anulación de la venta de los derechos que hizo su anterior propietario, Pablo Comas, a un fondo de inversión mexicano por 500.000 euros. Esta cantidad, según el portavoz del club, "no hay constancia de que haya entrado en los circuitos económicos del club".

Añadió en este sentido que los servicios jurídicos ya han realizado una reclamación administrativa y que, si ésta no fructifica, acudirán a la vía judicial por un asunto que van a "pelear hasta las últimas consecuencias" al considerar "ilegal" lo que se hizo.

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