real betis

Tercer año, tres proyectos

  • La llegada de Serra Ferrer cambia los perfiles de la planificación con respecto a Maciá y Torrecilla

  • A los cambios de jugadores se unieron los del banquillo

Lorenzo Serra Ferrer junto a Ángel Haro, el día de su presentación.

Lorenzo Serra Ferrer junto a Ángel Haro, el día de su presentación. / fotos: antonio pizarro

La enésima huida hacia delante del Betis de Ángel Haro y José Miguel López Catalán gira en torno a la figura de Lorenzo Serra Ferrer, que tiene en su libreta un equipo radicalmente distinto al de las dos últimas temporadas, en lo que sería el tercer proyecto deportivo de los actuales dirigentes. El trabajo de Eduardo Maciá y el de Miguel Torrecilla quedaría así sepultado en su mayor parte, ante un nuevo giro en la planificación y una apuesta por jugadores con experiencia en la Liga, como es ahora mismo el deseo de Serra Ferrer.

En el verano de 2015 y de la mano de Eduardo Maciá, en cuya contratación participaron de manera decisiva López Catalán y el actual director general corporativo, Federico Martínez Feria -Ángel Haro era consejero aunque luego asumió el proyecto tras la Junta del 23 de septiembre-, al Betis llegaron nueve fichajes, de los cuales siete no tenían experiencia en la Liga -únicamente Joaquín y Van der Vaart habían jugado en España-. Westermann, Vargas, Pezzella, Tarek, Digard, Petros, Van Wolfswinkel, además de los mencionados Joaquín y Van der Vaart, fueron las apuestas del valenciano, de los que únicamente el portuense y Pezzella permanecerán en principio en la plantilla de la próxima temporada, una vez que se confirme el traspaso de Petros.

El acceso de Haro a la presidencia aceleró el adiós de Maciá poco meses después. La prometida reestructuración del club se quedó en un cambio del director deportivo -además del posterior despido de José María Montiel- para la llegada de Miguel Torrecilla, al que se le firmó un contrato de cuatro temporadas con la idea de transformar el área deportiva de la entidad.

El salmantino cambió de nuevo el proyecto y, además de finiquitar a muchos de los jugadores fichados por Maciá, trató de rejuvenecer la plantilla con jugadores revalorizables para el futuro, uno de los mandatos que le impuso la entidad. Así, el pasado verano recalaron en el Betis hombres como Mandi, Durmisi, Brasanac, Jonas Martin, Nahuel, Sanabria o Zozulya, a los que luego se añadieron veteranos como Manu Herrera o Donk.

Salvo el lateral danés, por el que no han llegado ofertas al club verdiblanco, pese a que Torrecilla antes de marcharse dialogó con su agente para buscar una buena oferta que pudiera generar una plusvalía, el resto de incorporaciones apenas ofreció el rendimiento esperado y de hecho todos ellos están en el mercado si llegase una oferta que se pareciera a lo desembolsado por el Betis el pasado año.

Tras quedarse lejos del objetivo y como paraguas ante las críticas, Haro y Catalán dejaron atrás sus ideas de no contar con el pasado del club y acudieron a Lorenzo Serra Ferrer para intentar reconducir la nave verdiblanca. Con el nombramiento del balear como vicepresidente deportivo se intentó crear un nueva dirección general que incluía a Torrecilla, aunque éste acabó negociando su salida de la entidad al entender que no se cumplía el rol con el que había llegado a bombo y platillo un año antes.

La primera premisa de Serra fue dejar atrás la lista de fichajes internacionales del salmantino y apostar por jugadores con experiencia en la Liga, aunque no está siendo fácil cerrar las contrataciones. Nombres como los de Canales, Camarasa, Tello, Mosquera o Marcos Llorente entran dentro de esa agenda de alternativas de Serra, en otro cambio de la planificación deportiva.

Todas estas permutas en las plantillas de los últimos años también ha ido en sintonía con las producidas en el banquillo. De Pepe Mel, con el que comenzó el proyecto de Maciá, se pasó a Juan Merino, a quien no se dio continuidad para iniciar el plan de Torrecilla. Con el salmantino llegó primero Gustavo Poyet y, tras 11 jornadas, apareció Víctor Sánchez del Amo, que tampoco llegaría a finalizar el campeonato -se acabó con Alexis Trujillo como técnico-. La apuesta para este tercer cambio de timón ha sido Quique Setién, a quien además se le ha firmado un contrato de tres años duración como reflejo de la confianza en su figura.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios