ENERGÍA

Sol para obtener hidrógeno

  • Una instalación pionera en Europa y situada en Almería produce este gas empleando energía solar

El escritor y profeta francés Julio Verne escribió en La Isla Misteriosa (1874) lo siguiente: “El agua se empleará como combustible. Hidrógeno y oxígeno, que la constituyen, utilizados por separado o conjuntamente, compondrán una fuente inagotable de calor y luz”. Como ha sucedido con otras de sus predicciones, ésta también se ha cumplido. Es más: por su alto valor energético y por su capacidad para almacenarse es potencialmente posible que el hidrógeno sustituya al petróleo como combustible usado de forma masiva por el hombre.

El 31 de marzo se puso en marcha, tras más de tres años de investigaciones, una planta para producir hidrógeno a partir de moléculas de agua y usando como fuente de energía el sol. La instalación, pionera en el mundo y situada en la Plataforma Solar de Almería, en Tabernas, tiene la particularidad de facilitar la generación de este gas sin emitir C02, gracias a reacciones termoquímicas. Los expertos auguran que, a largo plazo, ésta puede ser la solución para la producción de hidrógeno en masa con energía solar.

El proyecto Hydrosol II, producirá, con medio litro de agua por minuto, tres kilos de hidrógeno por hora, y todo ello con una potencia de reactor de cien kilovatios. La capacidad es irrisoria si se compara con la  la cantidad producida gracias, por ejemplo, al gas natural, pero lo importante es el carácter innovador del experimento, tendente a lograr hidrógeno a bajo coste sin ensuciar el medio ambiente.

Todo el proceso se desarrolla en dos reactores, compuestos por módulos de carburo de silicio (cerámica que soporta altas temperaturas), y situados en la torre CRS donde se concentra la energía solar  que procede del campo de heliostatos (espejos). El calor solar se concentra en ellos y alcanza allí una temperatura de 1.200 grados. En esta primera fase tiene lugar la desorción del oxígeno, que equivale a su expulsión de una nanoestructura metálica de ferrita instalada en el interior de los módulos cerámicos. Después, una vez finalizada la operación, y a ochocientos grados, se introduce vapor de agua y se separan hidrógeno y oxígeno, con lo que se completa el ciclo de reacciones termoquímicas. El sistema es como el de la electrolisis tradicional, con la diferencia de que en este caso las temperatura necesaria para producir hidrógeno es de 800 grados y no de 2.100, como sucede con el uso de combustibles fósiles.

La planta dispone de dos reactores. Mientras uno produce el hidrógeno hasta que se agota la estructura, el otro se está regenerando, y viceversa. Hay que tener en cuenta que la ferrita debe de soportar altísimas temperaturas y llega un momento en que no puede producir más. Uno de los puntos claves de la investigación ha sido evaluar la composición de esta estructura, de hierro y oxígeno, con la adición de otros metales  tales como níquel y manganeso para hacer perdurables las ferritas. Es esta combinación la que define la cantidad de hidrogeno que se produce y las condiciones de operación óptimas del reactor, de presión y de temperatura.

La planta de Almería ha dado una vuelta a la profecía de Julio Verne. El afamado escritor francés predijo que el hidrógeno produciría calor. Lo que no afirmó es que también iba a pasar al contrario: sol para hacer hidrógeno.

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