pesca

El sector de la chirla demanda a la Junta unas "ayudas dignas"

  • Decretado el cierre del caladero de forma indefinida hasta que se regenere la especie

La dragas de los barcos que capturan chirla en el Golfo de Cádiz.

La dragas de los barcos que capturan chirla en el Golfo de Cádiz. / h. información

El sector de la chirla se concentra hoy en el Delegación de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural para reclamar "unas ayudas dignas" y lo antes posible, para marineros y armadores, después de que la Junta haya decretado el cierre del caladero del Golfo de Cádiz, según informó el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Punta Umbría, Manuel Fernández.

Junto a los mariscadores puntaumbrieños también acudieran a la concentración los de Isla Cristina, afectados igualmente por la clausura y la prohibición de captura chirla.

Armadores y marineros se concentran hoy en la Delegación de Pesca

La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, ante las recomendaciones recogidas en los informes científicos de seguimiento que realiza el Instituto Español de Oceanografía (IEO), ha decretado el cierre del caladero de la chirla del Golfo de Cádiz desde este mes de enero y hasta que la regeneración de la especie permita una pesca sostenible. Al mismo tiempo anunció que se habilitará para la flota afectada (compuesta por 96 embarcaciones de draga hidráulica y 291 tripulantes) una ayuda compatible, además, con la contratación de los marineros por parte de los barcos de otras modalidades pesqueras o en otra actividad. Las ayudas sólo se conceden a empresas, es decir, a los armadores, y no de manera directa a los tripulantes.

El cierre del caladero se mantendrá hasta que los informes científicos determinen que la población de chirla se ha restablecido totalmente y que es posible reanudar la actividad.

Para ello, se mantendrán encuentros periódicos con el sector en los que se analizará la evolución de la situación, permitiéndose las capturas en cuanto así lo indiquen los estudios técnicos.

El sector de la chirla de la provincia onubense acogió el anuncio de la clausura entre la resignación y el inconformismo, por una parte rendido a la evidencia de la falta de marisco con la talla establecida para su captura, y por otra con una actitud crítica porque entiende que "no se ha hecho todo lo que se tenía que hacer" para evitar llegar a esta situación y porque "la gestión de la Junta de Andalucía no ha sido la adecuada en todo el proceso.

La flota de la chirla volvió a faenar el pasado mes de julio después de siete meses de parada, igualmente por el cierre del caladero.

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