La Comunidad de Regantes 'El Fresno', que cuenta con un total de 500 miembros y que se extiende por 4.200 hectáreas de los términos municipales de Moguer, Lucena del Puerto y Bonares, defendió ayer una distribución del agua equitativa y de bajo coste para los agricultores en la inauguración de su nueva sede en la localidad moguereña.

Su presidente, Ángel Gorostidi, ha destacado "la importancia de las obras del proyecto de impulsión del Fresno, estimado en 36 millones de euros, que será el colofón para la adecuación y mejora del regadío en cultivos como la fresa y la frambuesa".

Al acto de inauguración de la nueva sede, que ha costado un total 1,2 millones euros y desde la que se controlará el riego de más de 4.000 hectáreas, asistieron, entre otros, los viceconsejeros de Agricultura y Pesca, Juan Fernández Batanero, y de Medio Ambiente, Juan Espadas, que coincidieron en destacar el "alto valor de la legalidad y la sostenibilidad de la producción fresera para hacer frente a la competencia en el mercado y como exponente de un desarrollo consecuente con el medio ambiente".

Tras un breve encuentro con los medios de comunicación, autoridades y público se desplazaron hasta la planta alta del edificio donde abarrotaron el gran salón de actos de la nueva instalación cuya capacidad es superior a las 300 personas. Allí se procedió a la proyección de un vídeo sobre la historia de la Comunidad de Regantes El Fresno, sus actuaciones y proyectos desarrollados, y cómo no, sus perspectivas de futuro, finalizando el acto con las intervenciones de las autoridades, quienes destacaron la importancia del Fresno y la gestión realizada por sus responsables durante los últimos años.

Hace apenas unas semanas, tenía lugar el acto de colocación de la primera piedra de las nuevas infraestructuras hidráulicas que darán servicio a la comunidad El Fresno, y que garantizarán plenamente el futuro de muchas explotaciones la comarca que hasta ahora no tenían asegurado el aporte suficiente de agua, unas infraestructuras que permitirán a la comunidad seguir racionalizando el consumo de agua de riego y sustituir definitivamente el agua de los pozos por aportes de agua superficial a través de los nuevos bombeos y canalizaciones. La comunidad de regantes está comprometida con el desarrollo de la agricultura sostenible.