Provincia

Un hotel y un centro comercial amenazaron a Las Cojillas

  • Las normas subsidiarias califican este puntal como zona urbanizable dotacional

El enclave conocido como el Puntal de Las Cojillas o del Molino también estuvo a punto de ser pasto del hormigón y del ladrillo. Al menos así se desprende de las denuncias presentadas por asociaciones de vecinos, grupos ecologistas y la oposición de entonces. El planeamiento de Juan Manuel Orta y su equipo hizo peligrar este paraje de gran valor paisajístico debido al proyecto de construcción de un hotel.

Desde la oposición el ahora alcalde, José Martín, y su grupo municipal socialista, ya advirtieron que el enclave podía sucumbir al "urbanismo feroz" del PP. Los Verdes presentarían después alegaciones contra el plan parcial de Las Cojillas y solicitaban que el enclave dejara de tener la figura de urbanizable, por considerarla contradictoria e incompatible con estudio de impacto ambiental de las normas subsidiarias que contempla la zona como la segunda unidad ambiental más valiosa del municipio.

Los vecinos del municipios también solicitaron en sus alegaciones la modificación del proyecto hotelero diseñado por el plan frente a la zona de La Dehesa, conocida también como Punta del Molino.

Y es que las normas subsidiarias actuales califican este puntal como una zona urbanizable dotacional, en la que se pretendía construir el complejo hotelero y un centro comercial. Una de las apuestas del actual equipo de Gobierno es su conservación e incluso su incorporación al paraje Marismas del Odiel. La idea es incorporarlo a este espacio natural para instalar allí un centro de interpretación que ponga en valor la riqueza medioambiental de la zona.

El equipo de gobierno subraya la riqueza paisajística de este espacio y su ubicación privilegiada dentro del término municipal aljaraqueño, de ahí la necesidad de convertirlo en un parque periurbano y protegerlo.

Con el avance del ladrillo y el hormigón, los vecinos de Aljaraque han venido mostrando sus quejas por la desaparición de zonas verdes y otros espacios de esparcimiento. La operación impulsada por Orta fue calificada en su día como un grave error. Los vecinos llegaron a movilizarse aglutinándose en la Plataforma Vecinal en Defensa de Las Cojillas para oponerse al apetito insaciable de urbanizar el municipio.

El Pleno municipal aprobó en su última sesión solicitar a la Consejería de Medio Ambiente para su declaración como parque periurbano, de tal forma que se garantice su conservación en el futuro del Pinar de las Sordas.

Aparte de estas dos zonas de esparcimiento, el nuevo planeamiento urbanístico prevé la conservación de las masas forestales que existen en las zonas más extremas del municipio, esto es los pinares de Cartaya y Gibraleón, que han sido siempre lugares de uso tradicional de la población de Huelva para su expansión.

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