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El padre del guardia civil que se quitó la vida acusa de "dejadez" al Cuerpo

  • Asegura que la familia fue avisada cuando el agente había muerto y que los mandos le explicaron que la orden judicial para acceder a la casa tardó 24 horas

"Me culpo por la muerte de mi hijo, pienso podría haber hecho algo más... pero no he tenido esa opción". Diego Nevado Arenas, el padre del guardia civil destinado en Ayamonte que fue encontrado muerto en su domicilio el pasado 21 de enero, después de haberse quitado la vida de un disparo, ha acusado al Instituto Armado "de dejadez" en el caso de su hijo.

Nevado asegura que la familia no tuvo comunicación oficial alguna de la situación en la que se encontraba su hijo, que supuestamente fue denunciado el día anterior (20 de enero) por su viuda por amenazas de muerte, que abandonó el domicilio ese mismo día mientras que el agente fallecido se quedó en el interior. Concretamente, afirmó que su ex mujer recibió la llamada de un mando del Cuerpo desde Huelva sobre las 16.00 horas aproximadamente de aquel día, cuando ya el padre se encontraba de camino en dirección a Huelva porque la hija le había remitido un mensaje en el que le decía que su hermano tenía problemas. "Me enteré de que mi hijo había fallecido cuando llevaba ya horas muerto", se lamente.

Nevado, que se encontraba en su domicilio de Jaén, llamó primero al 112 para obtener alguna información y posteriormente realizó una segunda llamada a la Guardia Civil, donde le dijeron que no podían darle ningún tipo de información. El padre del agente considera que "pasó mucho tiempo" entre la entrada de la Guardia Civil a la casa de su hijo el 21 de enero y la llamada de su nuera sobre las 19.00 horas del día anterior, cuando la mujer comunicó a los compañeros del Instituto Armado que la había amenazado de muerte, momento en el que se le dio protección. "Pasaron muchas horas sin que se hiciera nada", insiste.

Según Diego Nevado, las explicaciones que le dio un mando de la Guardia Civil, ya en Huelva, es que habían pedido una orden judicial para abrir la puerta y acceder a la casa de su hijo que tardó en llegar casi 24 horas, "cuando una orden de este tipo tarda pocas horas". "Hay muchas incongruencias en el caso de mi hijo", repitió.

Tras remarcar que su hijo "cuando estaba soltero nunca había sido motivo de queja en su entorno o entre sus familiares", incidió en que si hubiera tenido conocimiento a tiempo de la situación en la que se encontraba su hijo, se hubiera puesto en camino a Huelva desde ese momento "para hacer algo por salvar su vida".

Según se dijo aquel día, los agentes personaron a las 16.30 horas en el domicilio del fallecido para notificarle la denuncia interpuesta por su mujer y proceder a su detención y entraron por la fuerza en la casa. El padre, por su parte, afirma que la cerradura "estaba intacta".

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