Golfo de cádiz

Un estudio científico recomienda el cierre del caladero de la chirla

  • Como medida alternativa propone permitir el acceso de los barcos por cupo a las zonas de producción El informe destaca la "situación crítica" por la sobreexplotación y la actividad ilegal

El informe sobre el estado del caladero de la chirla en el Golfo de Cádiz realizado por el Instituto Español de Oceanografía, dependiente del Gobierno, recomienda el cierre temporal de toda la zona de producción de este marisco de la costa de Huelva. El estudio, al que ha tenido acceso este periódico, califica la situación del caladero de crítica por la sobreexplotación y las prácticas ilegales.

Según las conclusiones del estudio, los rendimiento de la flota de draga hidráulica que se dedica a la captura de la chirla están alcanzado valores críticos, "acercándose peligrosamente" a los registros de finales de 2010 que condujeron al cierre del caladero.

Para recuperar los niveles óptimos y sostenibles de la pesquería en el Golfo de Cádiz es "necesario y urgente", según los técnicos que han elaborado el diagnóstico, "reducir el esfuerzo pesquero, eliminando toda la actividad ilegal en el caladero". El informe alude a la necesidad de establecer un control exhaustivo de las medidas de gestión en la flota operativa y a la necesaria concienciación por parte del sector como elementos cruciales para evitar de nuevo situaciones "límites e insostenibles de rendimiento para el sector".

Como medida conservadora, los técnicos plantean un cierre temporal de la pesquería para favorecer la recuperación de las zonas de producción en mejores condiciones, antes de que se alcancen valores "aún más críticos".

El estudio propone como alternativa una reducción del esfuerzo pesquero permitiendo sólo el acceso al caladero por cupos de la flota, hasta el momento en que se vuelvan a registrar óptimos rendimientos desde el punto de vista socioeconómico y biológico. "Todo ello, siempre y cuando se vigile de manera firme y contundente el cumplimiento de las medidas de gestión establecidas para ello en el plan de pesca", puntualiza.

El diagnóstico constata que en los dos últimos años se ha producido un acusado descenso en los rendimientos por varios factores. La desaparición de la cogestión iniciada por el sector, los prolongados periodos de cierre del caladero por la presencia de toxinas y el incumplimiento de las medidas de gestión dirigidas al control del esfuerzo han sido la tónica general en el sector de la chirla.

Además, la información suministrada por la Dirección General de Pesca y por el Servicio de Inspección Pesquera indica que el número de infracciones por superar el periodo de marisqueo, fijado en cinco horas, ha aumentado considerablemente, situándose en más de 1.000 las registradas sólo en unos meses de 2015.

Irregularidades de las cajas verdes e "incursiones continuas y masivas detectadas en zonas prohibida de pesca, en concreto en la zona B de la reserva de pesca del Guadalquivir, están siendo una constante desde hace un par de años", y constituyen otras acciones que han contribuido a esquilmar el caladero. La presencia continuada de un "volumen considerable" de ejemplares por debajo de la talla de primera captura en las redes de comercialización está siendo frecuente, con desembarques de un importante volumen de chirla que no pasa por lonja, según el estudio, dan cuenta también de las prácticas ilegales.

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