Los 320 escolares usuarios del comedor escolar del Centro de Educación Infantil y Primaria Juan Ramón Jiménez de Cartaya tendrán que almorzar "comida fría (bocadillos)" durante lo que queda de semana tras haber causado baja laboral por razones médicas dos de los cuatro cocineros que atienden habitualmente dicho servicio. Esta situación también conllevará que a partir del lunes, 9 de abril, el comedor será atendido a través de un servicio de catering.

Así lo informó ayer la dirección del centro educativo a los padres y usuarios del servicio de comedor a través de una circular en la que literalmente puede leerse que "se informa a los padres/madres y tutores de alumnos y alumnas usuarios del servicio de comedor escolar que el programa de menús previsto para el mes de abril, y concretamente el miércoles 4, jueves 5 y viernes 6, como consecuencia de bajas de personal de cocina, sufrirá importantes modificaciones, debiendo ser atendido a base de comidas frías (bocadillos)", a lo que añade que "a partir de lunes, día 9 de abril, el comedor escolar será atendido a través de un servicio de catering".

Por su parte el director del centro, Francisco Jiménez, ha señalado a esta redacción que se trata de una "medida temporal" que "podría durar aproximadamente un mes". Igualmente ha precisado que ambas bajas "muy probablemente perdurarán hasta el final del presente curso escolar" por tratarse de "sendas operaciones", por lo que "la única alternativa que hay para no tener que cerrar el comedor es suplir el servicio con un cátering durante los 25 o 30 días que Función Pública de la Junta de Andalucía tardará aproximadamente en suplir las bajas".

Francisco Jiménez ha asegurado por otra parte haber puesto ya el asunto en conocimiento de la Delegación Territorial de Educación de la Junta en Huelva, desde la que se ha propuesto a la dirección del centro sustituir la habitual elaboración propia de comidas en la cocina del comedor por un servicio de cátering durante el mes aproximado que dure el proceso de sustitución de las bajas, a lo cual "se ha comprometido".

Finalmente ha indicado que "sólo con que se supla una de las bajas ya podríamos reanudar el servicio de cocina, pero con sólo dos personas de las cuatro que habitualmente trabajan en el comedor es totalmente imposible", para concluir destacando que "el principal problema es el tiempo, y no que no se vaya a solucionar el problema".