punta umbria | 525 aniversario del encuentro entre dos mundos

Las entrañas del Descubrimiento

  • Los Talleres y Varaderos Palma construyen una réplica navegable de la nao 'Santa María'

  • La botadura del barco está prevista para finales de año

La historia está repleta de gestas e hitos que han ido marcando el futuro de la humanidad. Entre ellas están las propias de cada colectividad, además de otras que han supuesto avances o cambios importantes para el devenir del planeta en su conjunto. Sin duda, en este segundo grupo está el Descubrimiento de América que en el año 1492 protagonizaron el almirante Cristóbal Colón y un nutrido grupo de marinos onubenses, del que ahora se cumple el 525 aniversario.

En este marco la Fundación Nao Victoria, junto con la Diputación Provincial de Huelva y la Fundación Cajasol, están inmersas actualmente en un ambicioso proyecto centrado en la construcción de una réplica navegable de la mítica nao Santa María, la principal embarcación de la expedición que hizo posible la gesta, la cual será antes de que finalice este año "embajadora" de Huelva en puertos de todo el mundo, en los que se convertirá en el "principal escaparate" desde el que promocionar las principales bondades de nuestra provincia.

A ello se añade que se trata de un proyecto netamente onubense, dando a esta provincia de nuevo el protagonismo que ya tuviera en 1492, cuando se convirtió en el punto de preparación y posterior partida de la expedición que hizo realidad el descubrimiento de un nuevo continente, hasta entonces desconocido por el mundo occidental.

Y es que la réplica de la Santa María está siendo construida estos meses en los Talleres y Varaderos Palma de Punta Umbría, por un equipo de profesionales integrado casi en su totalidad por onubenses, y con la asistencia de una gran mayoría de empresas proveedoras de esta provincia, según ha detallado a Huelva Información Alfonso Pérez, representante de la Fundación Nao Victoria.

Alfonso Pérez y el varadero puntaumbrieño donde se desarrollan los trabajos han abierto sus puertas a esta redacción, que ha podido introducirse en las mismas entrañas de lo que en unos meses se convertirá en un auténtico museo flotante desde el que poder mostrar al mundo como se gestó el Descubrimiento de América.

La futura réplica de la nao Santa María es por el momento un "molde" formado por listones de madera al que esta misma semana ya se están añadiendo las láminas de fibra de vidrio que contribuirán a darle su apariencia final. Y es que el buque, según Alfonso Pérez, se está realizando con un sistema "innovador y revolucionario" en el sector de la construcción naval de réplicas históricas de estas características, que combina la construcción en fibra de vidrio y su recubrimiento posterior en madera. "Se trata de una técnica novedosa -incide- que supone un enorme avance en cuanto a impacto ambiental, costes, perdurabilidad y mantenimiento del navío, no afectando a sus formas y aspecto histórico, así como a su navegabilidad y maniobra".

Una vez construida, la embarcación pesará 120 toneladas y tendrá unas dimensiones de casi 25 metros de eslora por siete de manga, con un puntal de popa que se elevará hasta los nueve metros. Como la original, la réplica de la Santa María incorporará tres mástiles y un bauprés, siendo la altura del mástil mayor de casi 25 metros desde la línea de flotación del buque hasta la perilla o parte más alta.

En la construcción del buque se empleará un volumen de 45 metros cúbicos de madera de iroko, un árbol tropical cuya madera es bastante dura y resistente a la intemperie y los distintos agentes climáticos y meteorológicos.

La botadura del barco, según ha detallado el representante de la Fundación Nao Victoria, está prevista para finales del presente año 2017 en Punta Umbría y para entonces habrán intervenido en su construcción alrededor de un centenar de profesionales de muy diversas ramas: los trabajadores del propio astillero puntaumbrieño, artesanos rederos, carpinteros o cordeleros, mecánicos o electricistas, conformando un amplio equipo multidisciplinar de trabajo. También habrán colaborado historiadores, ingenieros y constructores, sobre todo en la planificación de los primeros planos de la réplica diseñando las formas y medidas del barco.

La maniobra de vela de la réplica será idéntica a la de la Santa María y la habitual para una nao de este tipo del siglo XV. Es decir, llevará el mismo aparejo, que estará conformado por unos 300 metros cuadrados de velamen. En cuanto a la cordelería, entre jarcia firme y de labor, el buque llevará a bordo unos tres kilómetros de cabos.

La tripulación estará formada por 16 marineros que dormirán en cinco literas triples, además de la cama del capitán que estará ubicada en el puente de mando del barco. También de cara a la tripulación la réplica incorporará frigorífico, congelador o cocina de gas, entre otros elementos destinados a facilitar la vida a bordo.

En definitiva, según precisa Alfonso Pérez, la réplica "será todo lo fiel a la Santa María original que nos permita el siglo XXI y las actuales normativas de la Marina Mercante". En este sentido la embarcación podrá navegar a vela como lo hiciera la que llevó a Colón hasta el Nuevo Mundo, "aunque incorporará elementos actuales como motores y sala de máquinas, sistema GPS, radio, radar, tanques de combustible, depósitos de agua, cocina de gas, duchas o lavabos, entre otros". A ello habría que añadir la adecuación de parte del interior del buque como zona expositiva para mostrar al visitante los contenidos relacionados con el propio hecho del Descubrimiento de América y el 525 Aniversario del Encuentro entre dos Mundos.

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