Provincia

La debilidad del pacto PSOE-IU rompe uno de los acuerdos de 2007

  • Estos partidos lograron acercar posturas en 8 pueblos aunque coincidieron en 13 en minoría · Rosal ha sido el primero desencuentro pero también hay tensión en Bollullos

Rosal de la Frontera ha sido el primer pueblo donde ha estallado el pacto de Gobierno PSOE-IU que se selló tras las pasadas elecciones municipales de mayo de 2007, pero igual no es el último antes de que se termine el mandato a la vista de las tensiones con las que se zanjaron algunos de los acuerdos de Gobierno, que en la mayor parte de los casos dejaron el sillón municipal en manos de los socialistas.

Aunque la alta tensión entre los dos partidos políticos ha estado focalizada en el municipio de Bollullos par del Condado, donde el enfrentamiento entre los cabezas de lista de los dos partidos políticos ha sido notable y notorio, sólo aplacados por la mediación de las ejecutivas provinciales, no es el único caso donde la asamblea local de la coalición que quedado dividida. También ocurrió en El Campillo, pueblo donde se sucedieron reuniones crispadas, que no se aplacaron una vez que IU pasó a gobernar con los socialistas.

Las urnas de las pasadas elecciones municipales dejaron en la provincia de Huelva a 18 pueblos sin mayoría absoluta de ninguna fuerza política lo que abrió las puertas de las negociaciones. En 9 de ellos ganó el PSOE, en tres IU y el resto se lo repartieron en partes iguales el PP, el PA y partidos independientes con dos cada uno de ellos.

Después de dos semanas de intensas de negociaciones, IU logró sentarse con el PSOE en seis equipos de Gobierno dando lugar a un Ayuntamiento estable en Berrocal, Encinasola, Rosal, Cortegana, Aljaraque y El Campillo. Además en otros dos pueblos, Bollullos y Escacena, se dejó gobernar al PSOE como partido ganador en las urnas.

El primer paso para favorecer el entendimiento PSOE-IU tras las elecciones municipales fue el pacto provincial que suscribieron las ejecutivas de los dos partidos, en la misma línea que antes hicieran las direcciones regionales. El objetivo era lograr gobiernos municipales de izquierdas. Este diseño ideológico fue un acierto si se tienen en cuenta sólo los números. De los 13 pueblos en los que presumiblemente PSOE e IU podían pactar, se logró hacer realidad un acuerdo de gobierno o se facilitó el acceso a uno de los dos partidos en 8. En alguno de ellos desoyendo a la militancia de la coalición como el caso de Bollullos, donde IU apoyó al PSOE aunque se negó a entrar en el Gobierno municipal. La evidente falta de entendimiento entre los socialistas e IU de Bollullos, ocho meses después, hace que el sillón municipal del socialista Carlos Sánchez penda de un hilo.

Sin embargo también existen ejemplos de consolidado entendimiento como Berrocal donde se ha repetido el tándem PSOE-IU o en Aljaraque donde, el hecho de que el PP perdiera la mayoría absoluta de la que había gozado desde la década de los 90, facilitó un entendimiento rápido entre las dos fuerzas de izquierdas que durante años se vieron las caras en la oposición, algo que acerca posturas a la vista de la reacción de los candidatos.

También funcionó el pacto en Cortegana donde ganó IU con Antonio Marín como cabeza de lista y que logró volver a sentarse en el sillón de la Alcaldía tras firmar un escrupuloso acuerdo de reparto de poderes con el candidato socialista.

En Encinasola, que venía siendo gobernado por IU, la renovación de buena parte de los candidatos de las listas electores facilitó el entendimiento entre PSOE e IU, así como el hecho de que el candidato socialista Modesto Hierro, vencedor en las urnas, se mostrara dispuesto desde el primer momento a ofrecer a las fuerzas políticas un modelo de Gobierno municipal de participación.

El entendimiento PSOE-IU en El Campillo logró arrebatar la Alcaldía al PA, que había ganado las elecciones municipales. Un Ayuntamiento que, tradicionalmente había sido gobernado por los socialistas, sigue siendo del mismo color, después de que el candidato de IU, Alvaro Romero, terminara por someterse a las directrices de la ejecutiva provincial de su partido aún a costa de dejar dividida a la asamblea local. También PSOE e IU llegaron a un acuerdo de Gobierno en el Ayuntamiento de Rosal, después de que durante varios días se barajara la posibilidad de que la oposición (PA, la segunda lista más votada, PP e IU) formara un tripartito. Tras ocho meses, ha sido el primer pacto que se ha ido al traste, formando un nuevo gobierno PSOE-PA.

Corteconcepción desde el pasado mes de mayo cuenta con la alcaldesa más joven de la provincia, Ana Eiriz de IU, que logró terminar con la reiterada mayoría absoluta del PSOE. Esta, que ganó las elecciones, se negó en rotundo y desde el primer momento a negociar ni con el PSOE ni con el PP, mostrándose dispuesta a sacar adelante un gobierno en minoría, lo que deja en entredicho un acuerdo tácito entre las dos fuerzas de izquierda, como ocurrió en Bollullos y Escacena. Más porque el candidato popular de Corteconcepción manifestó su preferencia por el gobierno de IU en lugar de que siguiera gobernando el PSOE.

En Escacena Luna Romero de IU dejó gobernar a la socialista Eva Salazar.

La asamblea de IU de Bollullos sufrió durante los quince días posteriores a las elecciones municipales un período de desgaste por la fuerte oposición que existía en las bases de este partido para firmar un pacto de Gobierno con el socialista Carlos Sánchez. Por otra parte el PP abrió la puerta, desde el primer momento, a un pacto de Gobierno que llevara a IU al sillón de la Alcaldía, oferta que el concejal y presidente de este partido en Bollullos, Francisco José Martín, reitera en los plenos municipales cada vez que surge la ocasión.

El desencuentro entre los dos partidos de izquierdas en Bollullos ha llevado a ocho meses de amenazas veladas, por una parte, y de invitaciones del alcalde a IU para que se incorpore al equipo de Gobierno, por otra.

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