agricultura

Las cooperativas de frutos rojos apuestan por la producción integrada

  • Más de 5.000 hectáreas de cultivo emplean técnicas y tecnologías más respetuosas con el medio ambiente

  • El sistema productivo tiene su origen en la lucha biológica y control de plagas

Dos temporeras recolectan fresa en una finca de la provincia de Huelva.

Dos temporeras recolectan fresa en una finca de la provincia de Huelva. / h. información

Las cooperativas de la provincia onubense, donde se concentra más del 95% de la producción de fresa y frutos rojos a nivel nacional, efectúan control biológico en sus producciones, según Cooperativas Agroalimentarias de Huelva. Se trata de la producción integrada que tiene su fundamento en el empleo de técnicas y tecnologías más respetuosas con el medio ambiente, que parten de un conocimiento agronómico exhaustivo de los mecanismos naturales del cultivo y su interacción con el medio que le rodea, para así optimizar el empleo de los insumos y adecuar los consumos.

En concreto la provincia cuenta con un total de 11.513 hectáreas de producción integrada, de las que más 5.000 corresponden a cultivos de fresa y casi 2.000 a cítricos. El resto se reparten entre producciones de trigo duro, frutales de hueso, vid, algodón y hortícolas protegidas, según datos de la Junta de Andalucía.

2.000Hectáreas. De cítricos utilizan el sistema de producción que tiene en cuenta la diversidad genética

Sin embargo, Huelva es la última provincia andaluza, solo por detrás de Almería, en superficie de producción integrada, con Sevilla en primer lugar con 205.000 hectáreas, seguida de Jaén y Granada.

Por cultivo, el olivar es el que presenta el mayor porcentaje, con el 70% del total, seguido muy de lejos del algón (10%) y el trigo duro (7%). La fresa y los cítricos solo representan el 1% cada uno.

Para la presente campaña 2017-2018, se han plantado en Huelva en torno a 5.900 hectáreas de fresa, que, junto a las 2.100 de frambuesa, 2.900 de arándano y 180 de mora, representan más de 11.000 hectáreas totales, lo que supone un crecimiento del 11% en la superficie destinada a frutos rojos en relación al ejercicio pasado.

Cooperativas Agroalimentarias de Huelva ha celebrado, con la presencia de veinticinco ingenieros agrícolas, la tercera edición del curso técnico producción integrada en fresas, dirigido de manera exclusiva a los técnicos de las cooperativas onubenses del sector, con el objetivo de reforzar el conocimiento relativo a los métodos de cultivos y acciones medioambientales destinadas a conseguir producciones más sostenibles.

A lo largo de estas dos jornadas de trabajo, cuatro profesionales del sector han profundizado en los principales asuntos relacionados con la materia a tratar en este encuentro. Antonio Domínguez, del departamento de Producción Vegetal de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica de Huelva, y Francisco Javier Pagán, asesor técnico de Symborg, fueron los encargados de analizar, respectivamente, los aspectos claves en el diseño de la fertirrigación, así como el uso de microorganismos rizosféricos como base para incrementar el potencial productivo.

Juan de Dios Franco, director del departamento de I+D+i en Agricultura de Gmb Ozone y Antonio Alcázar, director técnico de Zerya, orientaron su intervenciones, en el primer caso, hacia la aplicación técnica del uso del ozono en la agricultura, y, en el segundo, hacia las bases para la mejora de la nutrición y sus efectos en la fisiopatología.

Con esta tercera edición, la federación provincial, en el marco de sus ejes estratégicos, consolida una iniciativa formativa puesta en marcha en noviembre de 2015, y que se ha mantenido en el tiempo dada la buena acogida y el interés despertado entre las cooperativas de fresas y frutos rojos onubenses, muy concienciadas con las prácticas sostenibles y el respeto medioambiental.

La producción integrada, también llamada agricultura integrada, es un sistema de producción agraria que utiliza prácticas compatibles con la protección y mejora del medio ambiente, los recursos naturales, la diversidad genética y la conservación del suelo y el paisaje.

Se trata de un sistema de producción a medio camino entre la agricultura ecológica y la agricultura industrial o convencional. La producción integrada, a diferencia de la ecológica, permite la utilización de productos agroquímicos de síntesis, si bien se busca hacer un uso mínimo de los mismos, y éste está restringido en las normas técnicas específicas de producción para cada cultivo, y sólo permitida si no existen otras alternativas viables.

La producción integrada tiene su origen en la lucha biológica e integrada de plagas, y de ésta la idea siguió extendiéndose a otras facetas del manejo del cultivo, hasta llegar a lo que en la actualidad se conoce como tal.

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