El sector de los chiringuitos ha reclamado al Gobierno central su ayuda para poder hacer frente a los daños causados el temporal. El Consejo Empresarial de Chiringuitos de la Federación Onubense de Empresarios (FOE), presidido por Esteban Navarro, ha cuantificado en 1,2 millones de euros los destrozos registrados en sus instalaciones y harán llegar a la subdelegada del Gobierno en Huelva, Asunción Grávalos, su preocupación al respecto en un reunión fijada para el próximo día 28, a solicitud del sector.

Según informó la FOE, esa cifra que se baraja la componen no sólo los daños materiales sino también lo que el empresario dejará de ingresar por tal motivo al no poder abrir su negocio de cara a la Semana Santa, por lo que han remarcado que son "los grandes perjudicados" por este temporal.

Reunión con la subdelegada del Gobierno en Huelva el próximo día 28

Todo ello da una idea, según el Consejo, de "la gravedad de los daños que, además, no pueden ser reparados por parte de los propietarios porque la Ley para proteger el litoral así lo impide, aplicando expedientes sancionadores en caso de hacerlo". De hecho, ya se han levantado varias actas por actuaciones de limpieza y mantenimiento que derivarán en sanciones económicas "de envergadura", asegura.

Los chiringuitos de la provincia, a través de su Consejo, acuden a la cita de la Subdelegación del Gobierno con la confianza de que pueda ofrecer al sector el compromiso del Gobierno de España con Huelva tras las últimas lluvias dado que han sido, sin duda, "los grandes perjudicados".

De nuevo, los empresarios pondrán sobre la mesa la urgencia de acometer todas y cada una de las medidas contenidas en la Estrategia para la protección de la costa de Huelva, un estudio elaborado en el 2014 por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente en el que participaron técnicos y científicos tanto de ese Ministerio como del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas.

El estudio, desarrollado en dos fases, recopilaba la información existente para identificar el estado y comportamiento de la costa onubense y proponía actuaciones, priorizándolas en función de la vulnerabilidad de cada zona. Las alternativas propuestas (similares en todas las playas) eran el aporte de arena a la zona en regresión, la construcción de diques sumergidos o la edificación de escolleras.