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El asesino confeso del matrimonio de Ayamonte dice que les tenía afecto

  • El joven aseguró que no recordaba como lo hizo ya que estaba drogado · La Fiscalía eleva su petición a 45 años de cárcel y añade el agravante de alevosía

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Huelva acogió ayer la vista oral contra J.P.R.V., mayor de edad y con antecedentes penales, el cual reconoció haber asesinado a un matrimonio en Ayamonte aunque aseguró no acordarse de los detalles ni de cómo lo hizo.

Así, durante la celebración del juicio, que quedó visto para sentencia, el acusado relató que el día de los hechos, el 20 de octubre de 2005, se dirigió a casa de la pareja, a los que profesaba "gran afecto", con el objetivo "de conseguir dinero", aunque subrayó no tener muy claro este extremo ni recordar lo que pasó, pues "no estaba en sus cabales ni con lucidez debido a la droga consumida".

En este sentido, el acusado por la muerte del matrimonio ayamontino explicó que solía consumir "de vez en cuando" base -crack- y éxtasis, consumo que le producía "ansiedad, paranoia y cierta alteración" y que, según dijo, le duraba "toda una noche".

Además, quiso dar a conocer que "lo único" que recordaba de esa noche "fue la cara llena de sangre de la mujer", algo que "no se le quitará de la cabeza", señalando que tras los hechos por los que presuntamente asesinó al matrimonio se dirigió a Isla Cristina "a seguir fumando", para lo que vendió su moto y unas zapatillas de deporte y sacó dinero del banco.

Una vez en Isla Cristina, el acusado indicó que se dirigió a la comisaría de la Policía Local, donde confesó el doble asesinato "porque se dio cuenta de la locura que había cometido y se le vino el mundo encima", volviendo a resaltar que profesaba "un gran afecto" hacia la pareja, motivo por el que no pudo "justificar lo que pasó".

Tras el acusado, prestaron declaración el facultativo y la enfermera que acudieron a la vivienda de la pareja a raíz de una llamada realizada por la propia mujer, y ambos coincidieron en señalar que, una vez allí, vieron a un hombre corriendo portando un objeto "que podría corresponderse con la banqueta" que supuestamente utilizó el acusado para llevar a cabo su acción.

Por su parte, y tras la declaración de la nieta del matrimonio, la vista oral acogió a los agentes de la Guardia Civil que tomaron parte en la instrucción de la investigación, quienes destacaron que el imputado, "que se había lavado las manos en la propia casa de la pareja", presentaba sangre de las víctimas en sus pantalones.

Los médicos forenses relataron durante la sesión que, tras llevar a cabo la autopsia, se determinó que ambos presentaban heridas "muy parecidas" ubicadas fundamentalmente en la cabeza y en las manos "al tratar de defenderse", mientras que destacaron "la virulencia, intensidad y repetición de los golpes y el afán de acabar con la vida del matrimonio, que presentaban heridas que recuerdan a las de las víctimas de accidentes de tráfico".

Una vez concluidas las pruebas testificales, la Fiscalía decidió elevar a definitiva su petición para el imputado de 45 años de prisión por el presunto delito de asesinato y robo con violencia de un matrimonio en Ayamonte, a lo que añadió el agravante de alevosía, "pues fue a casa de la pareja sabiendo que estaban indefensos y solos".

En este sentido, el Ministerio Público quiso incidir en que "el móvil del asesinato fue el robo con el objetivo de apoderarse de cualquier efecto que pudiera encontrar", así como en que el hecho de que el imputado se entregara a la Policía Local "obedeció a que estaba agobiado por el cerco policial que se había montado en torno a su persona".

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