Provincia

El fuego amenaza al Gobierno local tras la moción de censura

  • Tres vehículos quemados y otros dañados, dos casas incendiadas, pintadas insultantes es el balance de los ataques vandálicos contra miembros del equipo de gobierno desde que llegó a la Alcaldía

Los coches de concejales de Beas fueron el primer objetivo, después lo fueron sus viviendas. 2008 está siendo un año inusual en cuanto a actos vandálicos en la localidad beasina. Un número muy elevado como para no levantar suspicacias.

La quema y el destrozo de tres vehículos de concejales del equipo de gobierno, dos casas incendiadas, pintadas insultantes y amenazas es el balance de los ataques que se han producido en el municipio desde que la coalición de IxBeas y el PP se hicieran con las riendas del Ayuntamiento de Beas. Los enfrentamientos políticos a raíz de la moción de censura presentada contra la ex alcaldesa socialista Rosa Beltrán se remontan al año 2006. Desde entonces la convivencia en la localidad se ha visto alterada y salpicada de incidentes.

Nada más llegar a la alcaldía tras ser proclamado alcalde Juan Elías Beltrán, después de abandonar las filas socialistas, aparecieron en varias calles del municipio pintadas reclamando al regidor el pago de subvenciones del programa de rehabilitación autonómica concedidas por la Delegación de Obras Públicas y Transportes que fueron solicitadas cuando Rosa Beltrán ocupaba la Alcaldía y que pese a estar concedidas no habían sido abonadas.

El equipo de gobierno de Juan Elías Beltrán aseguró entonces que aunque la cuantía de las mismas fue recibida por el Ayuntamiento el dinero no estaba en las arcas municipales y que había sido empleado para otros menesteres por la anterior alcaldesa.

Para tratar el asunto, el regidor citó a las familias afectadas a las que invitó a firmar una denuncia contra su antecesora culpándola de la ausencia de dinero para pagar las ayudas para la rehabilitación, escrito que los vecinos se negaron a rubricar reprochando la actitud de los ediles con abucheos e insultos. "Juan Elías traidor, al pueblo no se engaña, embustero" y "alcalde ilegítimo, vete el pueblo no te quiero" fueron las primeras pintadas. No serían las últimas. Pintadas volvieron a aparecer contra el alcalde relativas al cierre de la guardería. Lo peor quedaba por llegar, tras la denuncia interpuesta contra la ex alcaldesa por desviar fondos públicos durante sus mandato y el enfrentamiento entre las alumnas del taller de empleo Verdial y el Consistorio por el impago de nóminas.

El pasado mes de febrero cuando fue incendiado el coche del concejal de Cultura y Festejos, Sebastián Blanco. Aunque el alcalde se mostró cauto y se limitó a decir que la Guardia Civil se había hecho cargo de la investigación, lo cierto es que el incidente puso en alerta al pueblo, ya que cuando se desató el fuego, algunos vecinos vieron cómo se alejaban de las proximidades dos individuos encapuchados. Días atrás habían aparecido panfletos en los que dirigían fuertes críticas y reproches contra Sebastián Blanco. Era el comienzo de la oleada de incendios que iba a producirse. Así, apenas una semana después del primero, aparecía quemado en un camino forestal el vehículo de una vecina de la localidad que había sido robado. El segundo incidente también fue investigado por el Instituto Armado, al tiempo que las autoridades hacían una llamada a la calma. Previamente a estos casos, el primer vehículo afectado había sido el del concejal del PP Ambrosio Beltrán al que le pincharon las cuatro ruedas.

La oleada de actos vandálicos siguió hasta la misma jornada de reflexión de las elecciones cuando apareció destrozado el coche del concejal de Seguridad Ciudadana de Beas, Juan Antonio Cruz. Los desperfectos en la pintura del vehículo fueron cuantiosos, ya que prácticamente todas las partes del mismo fueron rayadas con un objeto punzante. Los autores de los hechos se encargaron de dejar mensajes insultantes en el capó, techo y laterales contra este edil y el resto del equipo de gobierno.

El siguiente acto delictivo fue el incendio de la casa que Juan Elías Beltrán tiene en Clarines, que sólo provocó daños materiales al encontrarse sin habitar, ya que estaba prevista su demolición. El suceso motivó toda una serie de comentarios debido a los acontecimientos que estaban aconteciendo en la localidad. Unos jóvenes beasinos que pasaban ese fin de semana en la aldea alertaron a las fuerzas de seguridad de una fuerte explosión en el interior de una de las casas cercanas. El fuego se produjo en un trastero anexo a la vivienda, en el interior del patio y que linda con uno de los callejones de las traseras de las casas, de fácil acceso.

La respuesta ciudadana a los actos vandálicos fue la convocatoria de una manifestación para protestar contra la inseguridad ciudadana. Varios cientos de personas se concentraron en la plaza del Ayuntamiento para hacer un breve recorrido por una de las calles céntricas y terminar de nuevo en la plaza donde se leyó un manifiesto, en el que se hacía un llamamiento a la población para que denunciara ante las autoridades cualquier hecho que pudiera relacionarse con los atentados a coches e inmueble.

El manifiesto de Ixbeas dejó claro que los ataques tenían un matiz político en cuanto que sus objetivos han sido principalmente propiedades de los concejales. También se hizo un llamamiento a la unidad de los beasinos para luchar contra la violencia.

Por esas fechas se produjo la detención de dos jóvenes como consecuencia de las investigaciones a raíz de las denuncias interpuestas por Juan Elías Beltrán por los ataques que venía sufriendo él su familia desde el mes de febrero. El alcalde denunció, además del incendio de su vivienda en Clarines, una serie de daños en su vehículo cuando estaba en Sotiel Coronada, además de amenazas de muerte, contra él y su familia, de forma anónima y por vía telefónica. A pesar de las detenciones, los actos delictivos prosiguieron. El objetivo de los vándalos fue esta vez la casa del suegro del alcalde. Situada en el paraje Puente, entre Beas y Valverde del Camino, fue pasto de las llamas, resultando calcinada su parte trasera y causando importantes daños. Unos vecinos alertaron del fuego al propietario.

Días después se produjo otra vuelta de tuerca contra un miembros del equipo de gobierno, cuando aparecieron varias pintadas vejatorias en diversas partes del pueblo y junto a la puerta de la vivienda del regidor unos calzoncillos con restos posiblemente de heces humanas.

Una de las pintadas intimidatorias y amenazantes tenía la siguiente leyenda: "aunque faltan 2 de la banda la mafia sigue actuando" lo que llevó al equipo de gobierno a denunciar la pasividad del subdelegado del Gobierno, Manuel Bago, en poner fin definitivamente a los ataques violentos y a exigir la actuación inmediata de la Guardia Civil y la Policía judicial en el esclarecimiento de los hechos que "responde a una evidente trama organizada desde la moción de censura".

El último atentado ha sido la quema de un funcionario del Ayuntamiento. Hasta ahora nunca se habían producido en Beas tantos hechos de estas características. El equipo de gobierno se remite a la pintada y considera que efectivamente aunque falten dos la banda sigue haciendo de las suyas y reitera la pasividad policial.

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