Provincia

De un alquiler a una ocupación vandálica

  • Un grupo de jóvenes destroza una vivienda de El Rocío que había alquilado para pasar los últimos días del año.

Puertas arrancadas, muebles quemados, enchufes extirpados, colchones destrozados, inodoros repletos de bombillas y latas de cerveza..., y hasta peldaños de escaleras  despedazados. "Casi tengo que ir a la residencia, después de ver las escaleras rotas, las sillas quemadas... la lavadora... reventada...". A Visitación, propietaria del inmueble que dejó en alquiler a un grupo de jóvenes la pasada Nochevieja, se le quiebra la voz cuando relata lo que ella misma describe como un guión de película de miedo. No es para menos: entregaron una casa casi por estrenar y tres días después encontraron un auténtico nido de vandalismo.

Según el testimonio de su hija, Raquel (al igual que su madre prefiere dejar los apellidos en el anonimato) "todo parecía normal" cuando formalizaron el contrato -verbal- para arrendar el inmueble (esta era la primera vez que la vivienda se alquilaba). Fue un días antes de Navidad. Los jóvenes (se acordó el arrendamiento  para 14 ó 15 y finalmente coincidieron bajo el mismo techo más de 40, según los testimonios de vecinos) se instalaron el día de Nochevieja y desde esa misma noche comenzaron los problemas.

Los estridentes golpes que se escuchaban en las viviendas contiguas y el fuerte retumbar de la música llevaron a los vecinos de la zona a dar la voz de alarma ese mismo día a la Guardia Civil. "La cosa debió seguir igual hasta el domingo -relata Raquel-, lo que hizo que mi padre se presentase en la vivienda junto a los efectivos de la Benemérita".  La escena que se encontraron fue "aterradora": más del doble de los inquilinos que se esperaban en su interior (muchos de ellos, menores de edad), la vajilla destrozada por los suelos  junto a restos de comida y cenizas de los muebles que hace tan sólo unos días decoraban la vivienda.

La imagen se repetía en la planta superior: los colchones totalmente desaseados, los peldaños de las escaleras literalmente partidos, e incluso las mamparas de las duchas arrancadas. Y lo peor, "una actitud desafiante de algunos de ellos", sostiene Raquel, que se atrevieron incluso a reprochar a los propietarios que los desperfectos se podrían cubrir con la fianza que se abonó el día de la entrega de llaves. Una cantidad irrisoria de 400 euros si se compara con las primeras estimaciones que valoran los destrozos entre 18.000 y 24.000 euros, si bien la cifra definitiva llegará de los resultados del peritaje oficial que se está llevando a cabo.

Los propietarios no dudaron en interponer una demanda en el puesto de la Guardia Civil de El Rocío y emprender "todas las medidas que estén a nuestro alcance" para que esto no  vuelva  a ocurrir.  De momento, lo único que les queda es "no perder las fuerzas" para poder poner en pie la vivienda.

El Rocío se ha ido convirtiendo año tras año en uno de los lugares preferidos para pasar la Nochebuena y la Nochevieja. Su auge ha ido en consonancia con el declive de los cotillones de fin de año, hasta el punto de que este año se han congregado más de cien mil personas, según los datos facilitados por la Policía Local de Almonte. Y es que el hecho de que cientos de personas posean una casa o tengan una de alquiler en la aldea marismeña lleva a muchos a elegir este lugar para pasar tranquilamente, en familia  o con los amigos, las vacaciones de Navidad. Aunque ese deseo de tranquilidad puede convertirse, como en este caso, en una auténtica pesadilla.

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