Este tipo de sistemas litorales son conocidos científicamente como deltas de marea, que se componen de un canal principal, de plataformas de batida de oleaje (popularmente bajos de arena), de canales secundarios de flujo y de un lóbulo frontal o lengua de arena que se forma al chocar la corriente de salida de la marea con el oleaje del mar, formando una especie de lengua de arena sumergida en el frente del canal principal, que es el elemento que realmente que dificulta la navegabilidad en la bajamar.

Según el Grupo de Geología Costera de la UHU, el hecho de que la desembocadura del Piedras cuente con varias canales de acceso es algo "totalmente natural", ya que éstos, además, "van cambiando de posición, así como abriéndose y cerrándose en ciclos de 12 años".

Con respecto a la ría del Piedras, el profesor Morales explicó que es "muy probable que si no lo evitamos" pueda llegar a cerrarse algún día, "sobre todo, por la influencia que genera la pérdida de fuerza natural del río en los últimos años como consecuencia de la construcción de la presa de los Machos y el embalse del Piedras".

Morales señaló que esto no se produciría a corto plazo, sino en unos 200 años, y "sería una catástrofe medioambiental por las numerosas especies marinas que desovan en el Piedras y porque impediría la renovación y oxigenación del agua, que acabaría descomponiéndose". Se mostró seguro de que "ninguna administración estaría dispuesta a permitir ese extremo y sucedería como actualmente en algunos puntos del Algarve portugués, donde la administración lusa draga de forma periódica los accesos a aquellas rías que se ciegan continuamente.