punta umbría

William Martin se fue a Castellón

  • La serie de TVE 'El Ministerio del Tiempo' recrea en Peñíscola la historia de "el hombre que nunca existió"

El lunes pasado, la polémica saltó en las redes sociales a cuenta de una de las series más exitosas de Televisión Española en los últimos años: El Ministerio del Tiempo. El Telediario dedicó al mediodía un destacado espacio al rodaje de uno de los episodios de la tercera temporada en Peñíscola (Castellón). Hasta ahí, todo normal. Si no fuera porque trata de recrear probablemente el vínculo más destacado de España con la Segunda Guerra Mundial, un suceso fundamental para la posterior derrota del nazismo y que, por si alguien no lo sabe a estas alturas, ocurrió en Huelva, en la costa de Punta Umbría. Las preguntas surgieron rápidamente por aquí: ¿Por qué optar por una playa de La Bota falsa, en pleno Mediterráneo, cuando podían haber grabado las imágenes en el lugar exacto en el que ocurrieron los hechos históricos? ¿Por qué Peñíscola y no Punta? ¿Por qué Castellón y no Huelva?

Saltó la chispa y no tardó en avivarse. Sobre todo por la trascendencia, cuando muchos medios escritos nacionales acudieron a la filmación para informar de lo último de la serie española más esperada de la televisión actual. En todo momento se hablaba de William Martin y de Punta Umbría. Pero desde una cala de Peñíscola. Se empezó a decir entonces que en Castellón habían pagado a la productora para convertirse en la Punta Umbría de la ficción. Que le habían concedido una subvención que aquí en Huelva ni se atrevieron a plantear.

"No es que hayamos recibido dinero, es que nos han dado todo tipo de facilidades para rodar. Y eso es muy importante para nosotros".

La aclaración procede directamente de la voz más autorizada de ese Ministerio de ficción. Javier Olivares es el creador de la serie, junto a su hermano Pablo, fallecido. Es productor ejecutivo por parte de la creadora de contenidos Cliffhanger, socia aquí de Onza Entertainment, y quien explicó a Huelva Información que todos los capítulos de esta tercera temporada en rodaje se repartirán únicamente entre Aragón y la Comunidad Valenciana.

"Sencillamente son las dos únicas comunidades que se han interesado en nosotros y que vinieron a proponernos que rodáramos allí esta temporada. Son los que más facilidades nos han dado. Tampoco es que nos paguen -insiste Olivares- pero nos facilitan los espacios sin poner pegas, nos ofrecen todo tipo de contactos, nos negocian los alojamientos...".

Como ejemplo, un avance casi exclusivo: en otro de los episodios volverán a Peñíscola para rodar en el Castillo del Papa Luna, precisamente para centrarse en este personaje. "Y vamos a rodar allí a coste cero, con todo tipo de facilidades, dejándonos el castillo el día entero a nuestra disposición, y eso no ocurre en todos lados".

Por si hay dudas, Olivares se apresura a quitar responsabilidad al Ayuntamiento de Punta Umbría: "No ha sido demérito de ellos, ha sido más bien mérito de otros, de las comunidades de Aragón y Valencia, en este caso, las únicas que se han ofrecido para nuestro rodaje. Y conste que tampoco tenemos nada en contra de Andalucía, que es una tierra fantástica".

Si éstas no son razones suficientes para algunos, el productor, y sin que se le pregunte por ello, deja un dato añadido que considera concluyente. Demoledor para la provincia de Huelva: "Rodar en estas localizaciones no llega a media jornada de desplazamiento. No podemos permitirnos perder días enteros porque eso tiene un coste muy importante, a menos que recibamos ayudas en ese sentido. Trabajamos para una televisión pública y tenemos presupuestos ajustados. Una vez que se empieza el rodaje de la temporada, todo va programado al detalle, el tiempo avanza y tardar más implica tener más costes", apunta.

"Qué más quisiéramos -añade- que ir por toda España para rodar en cada localización real los episodios. Pero no somos Juego de Tronos, que sí puede permitirse ir a cualquier sitio y cerrar pueblos y ciudades enteras".

El Ministerio del Tiempo es una serie de presupuesto destacado en España, pero mucho más modesta que cualquier superproducción norteamericana. A su favor están la originalidad y el ingenio, que ya han sido plagiados en Estados Unidos. Su continuidad en TVE no estaba asegurada hace unos meses, sometida a los datos de audiencia, pero esta serie ha roto moldes en España. Es la más vista a través de la plataforma virtual a la carta del ente público, y ha provocado un movimiento paralelo de seguidores sin parangón en las redes sociales. Hasta en Google se disparan, pocas horas después de cada emisión, las búsquedas relacionadas con los hechos históricos que refleja en cada episodio por el interés generado. Y más de un profesor de Secundaria ha confesado utilizar la serie como herramienta para el debate y el estudio en clase.

En el rodaje de Peñíscola se aborda la historia de William Martin, "el hombre que nunca existió", el cadáver utilizado como señuelo en la costa de Huelva por los aliados para engañar a Hitler sobre el desembarco en Italia. Fue la operación Mincemeat, para cuyo éxito era clave entrar en el "nido de espías" que fue la Huelva de los años 40, y que finalmente logró, por extensión, acabar con Mussolini y más tarde con la Alemania nazi.

"Lo más importante de esto es que en la serie se va a hablar de Punta Umbría y de la historia de William Martin, y eso va a ser muy importante para nosotros", apuntan desde el Ayuntamiento costero para salir al paso de la polémica. Javier Olivares coincide en esto, aunque advierte que la historia que se reflejará no tiene por qué ser la más aceptada y que en la ficción siempre se reservan licencias.

"En este tema hay muchas versiones, sobre la identidad del cuerpo, sobre si está enterrado o no en Huelva... Tiene lagunas y a nosotros nos gusta más manejarnos entre las lagunas que entre las certezas. No es como en otras series nuestras como Isabel, en las que nos debemos más a la fidelidad histórica", explica Olivares.

Punta Umbría prepara para el próximo año el 75 aniversario de este extraordinario suceso con una programación que pretende darle el lugar que merece en el relato del siglo pasado en España, donde sigue siendo, quizá, desconocido. Puede que El Ministerio del Tiempo y sus agentes, los que velan por que no se altere el curso de la historia pasada, se conviertan en aliados perfectos en este cometido. Desde el Ayuntamiento no se descarta recurrir a Javier Olivares y sus personajes para ello. Sería una buena forma de salvar polémicas y demostrar que Punta Umbría es única, por mucho que Peñíscola quiera parecerse.

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