Día grande el de ayer en Bonares. Las doce cruces existentes en la localidad salieron en procesión en la jornada que supone el culmen de todos los actos cruceros. El domingo comenzó a las 11:00 cuando tuvo lugar la función principal de instituto en la parroquia. Hasta la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción acudieron muchos vecinos que quisieron acompañar a los mayordomos de las cruces y a los padrinos de este año, Antonio Suárez y Lucía García, de la Santa Cruz de la Calle Larga, la cual es la Cruz de Romero en 2018.

Pasadas las doce del mediodía el largo cortejo procesional comenzó el desfile por las calles más céntricas del pueblo, las cuales estaban llenas de vecinos y visitantes, que acudieron a ver una procesión peculiar y llena de colorido. Los bonariegos vivieron unas horas de especial devoción y hermandad en torno a las doce cruces en una comitiva en la que se dispusieron una cruz detrás de otra cada una con su Simpecado y rodeadas de sus devotos. Todo el pueblo se echó a la calle al escuchar la llamada del grupo de tamborileros -formados por niños y mayores- que abría la procesión con el típico son de la flauta y el tamboril. La banda municipal de música fue la encargada de cerrar el desfile, con la conocida música de sevillanas.

Cada paso es llevado a hombros por cuatro devotos y acompañado por su SimpecadoEl 1 de junio se celebrará una misa de acción de gracias en la parroquia

Esta misma banda fue la que puso la nota musical para acompañar a las cruces en los minutos más esperados por vecinos y visitantes, cuando en la plaza de la Constitución los pasos hicieron las tres caídas mostrando sus respetos a la Santa Cruz del Rincón, la madre o matriz, por ser la más antigua.

La plaza se convirtió en un hervidero de ilusión, por llevar a cabo un año más este saludo tan característico, y el nerviosismo fue palpable entre los bonariegos. Cada cruz fue llevada en hombros por cuatro devotos que, acompasadamente, inclinaron el paso en tres ocasiones mientras acudían a saludar a la matriz y, rápidamente, giraban sobre sus hombros para colocarse de nuevo en su posición.

Los aplausos se sucedieron a la vez que se escuchaban exclamaciones dando el beneplácito a cada una de las caídas que iban teniendo lugar. Con gran sincronía y organización cada paso se colocaba en el pasillo formado por todas las cruces para llevar a cabo su saludo. Al final, la Santa Cruz del Rincón fue levantada por sus hermanos y realizó las tres caídas a todas las demás. Este año, justo antes de empezar este acto de devoción crucera, el grupo Andares cantó desde el balcón del Ayuntamiento varias sevillanas muy populares en Bonares, dedicadas a las cruces y a la localidad. Todos los presentes corearon las letras y tocaron las palmas en uno de los momentos álgidos del día de ayer.

Además, la tarde estuvo amenizada por un concierto flamenco a cargo del grupo Calle Santa María, en la plaza de España para luego dar paso a la Serenata Popular a las doce cruces, que consiste en cantar y bailar sevillanas delante de cada capilla en honor al Santo Madero, con las notas musicales de la banda de música. Este es el segundo año que ha tenido lugar un concurso para incentivar que esta tradicional actividad se potencie entre los vecinos, con premios para cada pareja de las cuatro categorías en las que se divide dicho concurso.

Los actos de culto y de carácter festivo en honor a las Cruces en Bonares concluirán el próximo viernes, 1 de junio, con una misa de acción de gracias en la parroquia, a la que asistirán representantes de todas las cruces y todos los bonariegos que lo deseen.

Las cruces de Mayo tienen un gran arraigo en la localidad y durante los festejos de 2018 han sido muchos los visitantes que se han acercado hasta Bonares para presenciar las distintas actividades que se ponen en marcha cada año. No había empezado todavía el mes de mayo cuando se dio el pistoletazo de salida con el pregón a la Santa Cruz de la Calle Larga, como protagonista y encargada de organizar los festejos en esta ocasión.

Fue Manuela Juana Romero la que puso voz a unas emociones que ese día empezaron a intensificarse entre los bonariegos. La novena tuvo lugar del 16 al 23 de mayo en la iglesia parroquial, a cargo del sacerdote párroco Juan José Guillén. Tras concluir la novena, el jueves 24 se celebró la tradicional verbena, en este caso organizada asimismo por la Santa Cruz de la Calle Larga, a la que acudieron gran cantidad de vecinos. Antes de la fiesta se llevó a cabo una misa en honor a la cruz protagonista de este año, una vez que se la trasladó desde su capilla hasta la iglesia.

El pasado sábado fue una jornada muy intensa también en Bonares con la celebración del tradicional Romero desde la mañana hasta la noche. La fiesta se llevó a cabo en el campo, en la conocida zona de El Corchito, donde se desplazó la comitiva de romeros en un ambiente de jolgorio y devoción crucera en el que todo el pueblo se volcó, como todos los años. A la vuelta, la comitiva hizo un recorrido por el pueblo y antes de concluir la jornada se entregaron las varas a los padrinos de la Cruz del Romero del año que viene, la Cruz de la calle el Pozo, siendo los agraciados Rubén Bautista y Verónica Limón.