CRIMEN DE ALMONTE

Testigos sitúan al acusado fuera del trabajo en contra de lo que él sostiene

Dos testigos identificados como M.A.R.R. y M.A.V.M., dos vecinos de Almonte, han situado hoy a F.J.M., acusado del doble crimen de Almonte, fuera de su trabajo en el supermercado la tarde noche del 27 de abril, día de los hechos, en contra de lo que sostiene éste de que no lo abandonó en toda la tarde.

En la cuarta sesión del juicio por este caso, M.A.R.R., en primer lugar, ha señalado que conoce a F.J.M. porque es su vecino y compañero de trabajo y M.A.V.M. ha apuntado que tenía relación de amistad con el acusado porque su mujer trabaja en el mismo supermercado y que tenía "mucha relación" con el fallecido al que ha definido como "una persona extraordinaria" a la que "no le ha conocido enemigos".

Ambos han coincidido en que vieron al acusado, cuando iban justos a caballo, en la calle Feria el 27 de abril cuando aún era de día, llegando a precisar M.A.R.R. que fue entre las 20:00 y 20:30 horas a unos 100 metros del establecimiento en el que trabajaba. Este ha apuntado que aunque no llevaba reloj y no sabe exactamente la hora, fue aproximadamente en ese intervalo de tiempo porque el encuentro se produjo poco antes de que procediera a la venta de un caballo en su solar, una transacción para la que había quedado a las 21:00 horas.

También han señalado que fue el acusado el que "se dirigió a ellos, y les llamó la atención" diciéndoles "anda que no vais a coger nada"; en este punto M.A.R.R. ha remarcado "si no hubiera sido así no lo hubiera visto", dejando claro que el acusado iba en su vehículo particular el cual conoce bien porque es chapista e incluso se lo ha arreglado en varias ocasiones.

Tras verlo, ninguno de ellos se percataron de la dirección que cogió F.J.M., tampoco se fijaron en la ropa que llevaba; asimismo han asegurado que después de este encuentro no volvieron a verlo en toda la noche.

Sobre Marianela Olmedo, mujer y madre de las víctimas, quien a su vez mantenía una relación extramatrimonial con el acusado, M.A.R.R. ha dicho que frecuentaba "bastante" su casa porque era amiga de su mujer: "lloró en mi casa, muchas tardes, como una Magdalena" por sus relaciones con ambos.

Ha remarcado que, con el tiempo, él notó cambio cuando en Marianela Olmedo, "me llamaba la atención porque solía vestir con escotes y faldas cortas y me metía con ella, pero fue cambiando su forma de vestir, cada vez más tapada, yo me metía con ella por eso", ha señalado.

Sobre estos extremos, M.A.V.M., no ha tenido nada que aportar, ya que conocía la relación entre el acusado y Marianela Olmedo de oídas, ni tampoco sabía como se llevaban éste y el fallecido.

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