Beas celebró este sábado su romería chica, más conocida como Clarines Chico, en la que tuvo lugar el tradicional traslado del simpecado de la Virgen de Clarines desde Beas hasta su ermita.

La romería se puso en marcha a las 10:00 con la salida de la carreta del Simpecado desde la Plaza de España, que estuvo acompañado por los romeros y los quintos.

El Simpecado peregrinó a Clarines por el camino de los Huertos, donde llegó a la hora del almuerzo. Y tras el saludo a la Virgen, los romeros pasaron la jornada en forma de convivencia en la propia aldea.

Además, los actos centrales de la romería no se quedaron ahí puesto que hubo un rosario por la noche y una misa de romeros, en la que se impuso la medalla a los quintos y las quintas que cumplieron en esta romería la mayoría de edad.