exposición | abierta en el monasterio de santa clara de moguer se puede visitar hasta marzo

San Manuel González: Una vida junto a los pobres y el sagrario

  • Un recorrido por la labor pastoral que desarrolló como arcipreste de Huelva y obispo de Málaga y Palencia

  • La educación fue una de las claves en su labor socioreligiosa

El obispo de Huelva, ante la pintura de la Virgen de la Cinta, obra de Padilla.

El obispo de Huelva, ante la pintura de la Virgen de la Cinta, obra de Padilla. / alberto domínguez

La figura y la obra de San Manuel González, que fuera obispo de Huelva, se acerca a todos de una forma didáctica en el monasterio de Santa Clara de Moguer que acoge la exposición El Arcipreste de Huelva, San Manuel González, organizada por el Obispado de Huelva, a través de la comisión diocesana para la canonización de San Manuel, el departamento de Patrimonio y el propio monasterio de Santa Clara, con la colaboración de la comunidad de Misioneras Eucarísticas de Nazaret. La inauguración de la muestra se llevó a cabo ayer en la iglesia monasterio de Santa Clara, donde intervino la Schola Cantorum del Seminario diocesano.

San Manuel fue obispo de Málaga y, posteriormente, de Palencia, pero en los medios eclesiales de España y América era conocido antes de su episcopado como el Arcipreste de Huelva, ya que en esta ciudad fue donde fundó la obra de los Sagrarios Calvarios; comisariada por Juan Bautista Quintero Cartes y Juan Manuel Moreno Orta.

El obispo de Huelva, José Vilaplana Blasco, destacó del nuevo santo "la dimensión social y la centralidad de la Eucaristía, que caracterizaron toda su vida de sacerdote y de obispo". Una exposición que dijo "nos ilustrará mucho la vida de San Manuel", del que destacó que es "un santo que estuvo entre nosotros" y así dijo que "podremos ver que la santidad no es una cuestión extraterrestre". Apuntó que en San Manuel González "su santidad está marcada por su gracejo andaluz". Recordó la cercanía de uno de sus más fervientes colaboradores, Manuel Siurot, que también ocupa un espacio importante en este recorrido por su vida, "que renunció a una brillante carrera como abogado del Estado para ser maestro de niños pobres", destacó.

En un interesante libro catálogo de la exposición, Ildefonso Fernández Caballero habla del importante legado pastoral de San Manuel González y destaca que sus tiempos no son los actuales, "quien acceda a los escritos de don Manuel puede, al comienzo, sentirse defraudado por unas formas de expresión y modos de acción que no son ya los de hoy. Pero, a poco que se persevere y profundice en su obra, se descubrirán intuiciones de permanente actualidad e incluso de progreso".

Baldomero Rodríguez Carrasco, presidente de la Comisión de la Canonización de San Manuel González de Huelva, destacó su figura en el plano de la educación. La calificó de fecunda, "sus once años como párroco de la mayor de San Pedro y arcipreste de Huelva sirvieron de profunda transformación tanto de su persona como de la ciudad". Aquí aprendió muchas cosas de la realidad socioreligiosa a principios del siglo XX. Aquí "la mejor lección que aprendió de la experiencia fue descubrir la importancia, necesidad y urgencia de la educación como cauce no sólo de evangelización, sino también de promoción humana".

La obra más importante de San Manuel González, con la que se inicia toda su gran labor apostólica, son las María de los Sagrarios, iniciada en la parroquia mayor de San Pedro el 4 de marzo de 1910. Es verdad que esta obra nació con el propósito determinado de remediar el abandono de los sagrarios, pero don Manuel la quiso al servicio de los fines generales de la Iglesia en toda su dimensión evangelizadora". En su andadura apostólica llegaría más tarde la creación de las Misioneras Eucarísticas de Nazaret.

La exposición, como señaló en la presentación Juan Bautista Quintero, en la iglesia de Santa Clara, pretende dar a conocer su vida y su obra, con especial relevancia de su estancia en Huelva. Está dividida en cuatro ejes fundamentales que vertebraron la vida del recientemente canonizado: cuna, familia y misión; los pobres; María; y el Corazón de Jesús Sacramentado.

En lo que se refiere al apartado de cuna, familia y misión, la exposición recuerda que San Manuel vio la luz en Sevilla, concretamente en la calle del Vidrio. Entre los testimonios que se quieren recordar, constan las cromolitografías de seises del siglo XIX, de una colección particular de San Juan del Puerto, y el traje de seise, de la Archicofradía de María Auxiliadora, de la capital hispalense, ya que él fue seise en su catedral. Y sería Sacerdote de Jesucristo, de la escuela y discipulado del Beato Cardenal Marcelo Spínola y Maestre, que le confirió el sacramento del orden el 21 de septiembre de 1901. Esa relación del obispo y su sacerdote, la espiritualidad en torno al Divino Corazón, queda sugerida por la fotografía del Beato Spínola en el claustro de las Madres de Santa Clara de Moguer y por una mitra usada por el Beato Spínola (siglo XIX), propiedad de este monasterio. Además, se puede destacar la presencia del tabernáculo de Palomares del Río, ante el que San Manuel recibió el carisma de buscar compañía a Jesús en el Sagrario.

En cuanto a su inquietud por los pobres, a lo que se dedica el segundo apartado, se puede observar una selección de documentos y planos de las Escuelas del Sagrado Corazón, y fotografías de los años fundacionales. Ese colegio necesitaba maestros y el abogado Manuel Siurot, "maestro de niños pobres", colaboró íntimamente con el arcipreste en esta obra. El busto de Manuel Siurot, de Joaquín Moreno Daza y propiedad del Ayuntamiento de La Palma del Condado, lo hace presente estos días en Moguer. El tercer apartado se dedica a la devoción mariana del nuevo santo. Así lo quieren sugerir las diversas advocaciones de la Virgen, relacionadas con su trayectoria.

En el cuarto apartado se exponen varios objetos sagrados y ornamentos litúrgicos usados por San Manuel. Su faceta de publicista católico queda representada por una selección de libros. Hay varios ejemplares de Lo que puede un cura hoy escritos en diferentes idiomas que dan fe de la difusión de su obra. Además, se muestran, de su etapa onubense y primeros momentos de su episcopado, algunas fotografías, como las de su visita a Valverde del Camino en 1916. Igualmente, se exponen varios bocetos y bustos de la imagen del santo arcipreste, realizados por Martín Lagares.

La exposición de San Manuel González permanecerá abierta hasta el 4 de marzo y puede ser seguida a través de visitas guiadas, de martes a sábado, a las 10:30, 11:30 y 12:30 y, por la tarde, a las 16:30, 17:30 y 18:30. También los domingos las visitas están organizadas a las 10:30 y 11:30.

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