Paterna

Roban las joyas de la Patrona y en el Consistorio

  • Los cacos podrían haber pasado la noche en la iglesia

Consternación e indignación son los sentimientos que muestran los paterninos tras el robo de las alhajas y joyas a las imágenes de la Patrona, la Virgen de las Virtudes y la Virgen del Rocío.

El robo se produjo en la madrugada del domingo al lunes y sólo días después de que sustrajeran unos 250 euros en la propia parroquia del dinero proveniente de la colecta. En esta ocasión los delincuentes decidieron ir más allá y despojar a las imágenes de las ceremoniales joyas y anillos que lucían en el altar mayor de la Iglesia Parroquial de San Bartolomé.

El que ninguna de las tres puertas que dan acceso a la parroquia presentasen indicios de haber sido forzadas refuerza la hipótesis de que alguien permaneciese toda la noche en el interior del templo cristiano, abandonándolo a la mañana siguiente ya con el botín en sus manos. No obstante, el hermetismo con el que se está llevado a cabo la investigación hace que muy pocos vecinos tuviesen datos concretos de la forma en la que se han sustraído estos enseres tan preciados y de tanto valor económico y sentimental para sus ciudadanos.

El propio párroco, Antonio Fidalgo, declinaba la posibilidad de realizar ningún tipo de declaración al respecto y se negaba a que se fotografiasen las imágenes en el interior de la parroquia, a fin de evitar que la patrona apareciese desprovista de sus alhajas.

Pero este último suceso ha sido tan sólo un eslabón más dentro de la cadena de robos que ha venido sufriendo este municipio de cerca de 4.000 habitantes a lo largo del mes de marzo. De hecho ni tan siquiera la Casa Consistorial se ha librado de la actuación de estos delincuentes que en la madrugada del lunes al martes decidían asaltar el edificio institucional para, tras forzar la puerta de entrada y la del despacho de tesorería, sustraer el dinero en metálico que cobran los funcionarios por la expedición de documentos oficiales. En sus planes consideraron como poco menos que una bagatela el hecho de que el edificio a asaltar se encontrase ubicado en pleno centro neurálgico del municipio, aunque quizás desconociesen que su botín no superaría los 100 euros.

En estas fechas algunos comercios objeto de esta lacra han sido Taller la Ruiza o autoescuela Lagares. Para este asalto los delincuentes utilizaron un gato para quebrar las rejas de entrada, cortaron las persianas y rompieron el cristal de la ventana. Una vez en el interior del edificio se afanaron en buscar dinero en efectivo, para lo cual no dudaron en rebuscar en cajones, mesas y material docente. Con escaso éxito pues en el Autoescuela no dejan nunca dinero aunque obviaron siete ordenadores del centro.

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