costa | el atún como santo y seña

Proyectan recuperar la tradición almadrabera en el litoral onubense

  • La empresa Almadraba de Isla Cristina promueve la creación de una instalación pesquera

  • Contempla la captura del atún rojo, caballa, melva y pargo, entre otras especies

Proyectan recuperar la tradición almadrabera en el litoral onubense

Proyectan recuperar la tradición almadrabera en el litoral onubense

Es una paradoja que en un litoral con casi 250 años de tradición atunera a sus espaldas como el onubense, y más concretamente en un municipio donde el atún es santo y seña en todos los sentidos como Isla Cristina, no exista actualmente ninguna almadraba, un arte de pesca tradicional centrado en la captura del preciado atún rojo. La última almadraba onubense, la de Nueva Umbría, que estuvo situada frente a las costas de El Rompido, dejó de calarse hace ya más de tres décadas, concretamente en la temporada 1985-1986.

Con la intención de evitar esta paradójica situación, que se acentúa aún más si tenemos en cuenta que muchos de los profesionales que actualmente trabajan en las cuatro almadrabas que se calan en la provincia de Cádiz (Zahara de los Atunes, Conil de la Frontera, Barbate y Tarifa), así como en las costas del sur de Portugal y el norte de Marruecos, proceden de municipios del litoral onubense como Lepe o Isla Cristina, un grupo de emprendedores de este último municipio onubense han creado una sociedad, Almadraba de Isla Cristina, que promueve la creación de una instalación de este tipo en las costas de Huelva.

La última que quedó en la costa onubense dejó de calar hace más de tres décadasMuchos de los profesionales que trabajan en Cádiz son onubenses

La empresa está constituida por Fernando Nogales, gerente de la entidad y administrador en varias almadrabas del norte de Marruecos; Claudio Columé y Juan José Rodríguez, veteranos y experimentados capitanes de almadraba; y José Antonio López, presidente de la Asociación Amigos del Atún Thunnus Thynnus, que cada mes de septiembre organiza en la localidad costera el ya tradicional encuentro de capitanes de almadraba en el marco de unas jornadas científicas, gastronómicas y divulgativas que convierten por unos días el municipio en capital mundial del atún rojo. Todos están convencidos de la viabilidad de un proyecto con el que la costa onubense "recuperará su tradición almadrabera", y que al mismo tiempo "servirá para generar riqueza y empleo no solo en Isla Cristina, sino en toda la comarca".

De ahí que la sociedad se encuentre en estos momentos en fase de tramitación de su ambicioso proyecto ante la Secretaría General de Pesca del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama). La almadraba estaría situada, según tienen previsto los promotores de la iniciativa, a entre una y media y seis millas de la costa y muy próxima al límite entre las aguas españolas y portuguesas.

Según sus promotores, ya en 2016 presentaron un primer proyecto que fue rechazado por el Ministerio "por sus grandes dimensiones", lo cual les llevó a modificarlo y a volverlo a presentar "reducido prácticamente a la mitad". En este momento se encuentran a la espera de recibir un nuevo dictamen. Y es que para poder calar una almadraba, al margen del Ministerio, también se requiere la confirmación de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) de que se cuenta con cuota de captura de atún rojo.

En declaraciones a Huelva Información, José Antonio López ha señalado que la idea surgió a raíz de las jornadas que en torno al atún rojo organiza cada año en Isla Cristina la asociación que preside. Y es que según sus palabras, "nadie entiende cómo no se cala una almadraba en una localidad con una tradición atunera de casi 250 años, y que además cuenta con los profesionales necesarios para ello".

Según ha detallado, la almadraba proyectada por él y sus socios contempla la captura de atunes rojos "tanto de derecho como de revés, así como algo de caballa, melva o pargo, entre otras especies", además de definir el proyecto como "muy novedoso".

"Tenemos puesta mucha ilusión en la iniciativa -añade- porque sería una almadraba no solo para Isla Cristina, sino de la que se beneficiaría todo el litoral onubense y en la que también hemos implicado a la Universidad de Huelva, que colabora en el proyecto técnico".

Para el veterano capitán de almadraba Claudio Columé, que también forma parte del proyecto y cuya familia lleva ya varias generaciones dedicándose a la actividad almadrabera, el proyecto "lo llevamos con mucho entusiasmo, pero corremos el riesgo de que éste se vaya perdiendo porque la Administración nos cierra las puertas y, por el momento, no se nos concede cuota". Un hecho que según ha explicado "se complica aún más para nosotros si tenemos en cuenta que actualmente existe otro proyecto para calar una nueva almadraba en Sancti Petri (Cádiz), que se presentó antes que el nuestro y que por el momento también está sin cuota".

Claudio Columé define el proyecto de la sociedad a la que pertenece como "muy novedoso e innovador, y ahí está nuestro punto fuerte, aunque por supuesto contempla respetar el sistema tradicional y básico de captura de atún rojo en una almadraba". Una ancestral técnica que, según prosigue, "se basa en la instalación de una especie de laberinto de redes destinado a interceptar el paso de los atunes para dirigirlos hasta el copo, un recinto central y cerrado hecho también con redes donde son finalmente capturados".

El carácter innovador del proyecto finalmente presentado por Almadraba de Isla Cristina reside, según ha explicado Columé, en sus pequeñas dimensiones y necesidades para hacerlo viable. Y es que según sus palabras, "frente a las 120 personas que normalmente son necesarias para que una almadraba funcione, nosotros solo necesitaríamos como máximo unos 30 almadraberos". Del mismo modo, añade, "la cuota necesaria para dar viabilidad a nuestra iniciativa, unas 100 toneladas anuales para empezar, es mucho menor que las cifras que manejan las almadrabas actualmente en funcionamiento en Cádiz, o que la requerida por el proyecto de Sancti Petri, que básicamente se trata de una instalación almadrabera al uso".

No obstante, el objetivo "pasaría por ir incrementando progresivamente dicha cuota inicial de 100 toneladas iniciales hasta llegar a las 500 en varios años", así como complementar las capturas de atún rojo con otras especies como melva, caballa, pargo, bonito o corvina.

Las menores dimensiones de la almadraba proyectada para Isla Cristina también implica la necesidad de mucho menos material (redes, anclas, cables, boyas, cadenas…), y de menos embarcaciones. En este sentido, la instalación requeriría, según detalla Columé, unas 300 anclas (en lugar de 600, que es lo habitual), unos 3.000 metros de redes (en vez de 12.000, que es lo normal), o tan solo dos embarcaciones "aunque eso sí, más grandes de lo habitual y, sobre todo, enormemente polivalentes para que permitan el desempeño de las distintas tareas almadraberas".

"Todo ello reduce la inversión hasta 1,5 millones de euros -apunta- permitiendo reducir la cuota necesaria para hacerla viable".

Finalmente Columé hace hincapié en el "empujón que necesita políticamente el proyecto". Y es que los inversores "prácticamente los tenemos porque hablar de atún rojo de almadraba es decir mucho gastronómicamente y la venta de los ejemplares capturados estaría garantizada entre los restaurantes locales, pero sobre todo en el mercado japonés".

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